Militares en frontera

Los militares bolivianos se encargan ahora de controlar las fronteras para evitar el contrabando, justamente cuando los militares de Argentina y Brasil están en la misma tarea del otro lado de las fronteras.

La decisión del presidente Evo Morales de entregar el control de las fronteras a las FFAA se anunció, por pura casualidad, por supuesto, dos semanas después de que el comandante del ejército de Brasil, Eduardo Villas-Boas, pidiera una sanción clara contra Lula da Silva a la justicia de su país.

Pero esos alcances políticos no interesan en esta columna. Es la economía, mío caro.

Quizá este momento que se da en las fronteras bolivianas con Argentina, Brasil y además Chile sirva para ensayar alguna tesis económica.

Los militares bolivianos están cerca de la frontera para frenar el ingreso de todo. Desde autos, camiones cargados con televisores, computadoras o lo que sea, hasta lechugas, tomates, ajos, camotes, vinos y quesos para los que tienen buen gusto, etc.

El comandante de las FFAA, general Yamil Borda, hizo un informe de su gestión de control de la frontera desde marzo hasta ahora y dijo haber capturado 64 vehículos, de los cuales algunos camiones que portaban productos, ahora decomisados.

Los militares argentinos, brasileños y chilenos tienen una tarea más precisa, aunque no más fácil: deben evitar el ingreso de la droga boliviana en sus territorios.

No es fácil la tarea, como lo comprobó la fuerza aérea brasileña hace pocos días cuando un avión caza tuvo que hacer disparos de amenaza a una aeronave, bimotor, con matrícula boliviana, que llevaba 500 kilos de cocaína. El avión de la industria del narco aterrizó cerca de Corumbá.

Los argentinos usan también su fuerza aérea, además de radares y drones para tratar de frenar el ingreso de la droga boliviana. Un argentino dijo que la empresa de exportación de droga desde Bolivia está usando ahora la táctica de enviar flotillas de avionetas, con el criterio de que si caen algunas, las otras llegarán a su destino o podrán lanzar sus cargas en los lugares convenidos.

Para los países vecinos que pusieron a sus ejércitos en las fronteras, Bolivia sigue siendo un país monoproductor. Y quisieran que el gobierno boliviano ayudara en la tarea.

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