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Austria

Oído interno revela cómo cazaban ancestros del perro

Hallazgos de expertos también muestran que la especie de perro más grande que jamás haya vivido, conocida como Epicyon haydeni, cazaba de una manera similar


EVOLUCIÓN DEL PERRO.

Viena (Austria).- El análisis de cráneos de leones, lobos y hienas ha ayudado a los científicos a descubrir cómo los perros prehistóricos cazaban hace 40 millones de años.

Un estudio ha revelado que la primera especie de perro, llamada Hesperocyon gregarius, se abalanzó sobre su presa de la misma manera que muchas especies, incluidos los zorros y los coyotes, en la actualidad.

Los hallazgos también muestran que la especie de perro más grande que jamás haya vivido, conocida como Epicyon haydeni, cazaba de una manera similar. Los animales, que vivieron desde hace 16 hasta 7 millones de años, podrían crecer hasta alcanzar el tamaño de un oso pardo.

Las comparaciones entre las exploraciones computarizadas de fósiles y los animales modernos han arrojado luz sobre los métodos de caza utilizados por los miembros prehistóricos de un grupo de mamíferos que incluyen zorros, lobos, pumas y leopardos modernos.

Los científicos de las Universidades de Edimburgo y Viena utilizaron los escáneres para crear modelos digitales de los oídos internos de 36 tipos de carnívoros, incluidas seis especies extintas.

El equipo descubrió que el tamaño de tres canales óseos en el oído interno, el órgano que controla el equilibrio y la audición, cambió a lo largo de millones de años a medida que los animales adoptaban diferentes estilos de caza.

Los depredadores más rápidos, como los guepardos, leones y lobos, desarrollaron grandes canales auditivos que les permiten mantener la cabeza y la visión estables mientras emboscan o persiguen a la presa a toda velocidad, sostuvo el equipo.

Sus hallazgos revelan que la estructura del oído interno indica si una especie descendió de animales con forma de perro o pertenece a una de las cuatro familias de animales que se parecen a los gatos. El equipo encontró que un ángulo distintivo entre dos partes del oído interno es mucho más grande en animales con forma de perro.

El estudio se basa en la investigación realizada por Julia Schwab, estudiante de doctorado en la Universidad de Edimburgo, durante sus estudios de maestría en la Universidad de Viena, Austria. Se publica en la revista Scientific Reports.

Schwab, con sede en la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo, dijo en un comunicado: "Para mí, el oído interno es el órgano más interesante del cuerpo, ya que ofrece una visión sorprendente de los animales antiguos y cómo vivían. El primer perro y el más grande. "Los perros son especímenes tan fascinantes para estudiar, ya que nada como ellos existe en el mundo de hoy". (Europa Press)

 
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