La patria y las Fuerzas Armadas

Fuerzas Armadas, síntesis de la historia nacional, casi dos siglos de existencia, una historia tal vez accidentada con luces y sombras, que al final fue siempre esencia de pueblo, pese al perverso agravio del poder político totalitario y sus detractores, enfrentó el humillante sometimiento al capricho ignorante de un dictador que no respetó a la institución armada, que pensó haber destruido la moral castrense.

El fundamento principal de la moral es la verdad, ésta fue dañada y no destruida, su espíritu y amor institucional logra demostrar su entereza y tenacidad de honor, Patria y sacrificio.

La amarga experiencia anterior, se ensañó con dureza en el sometimiento envenenado, corrompió y prostituyó a los mandos superiores que mostraron gran inmadurez y pobre formación profesional, impidiéndoles consagrar la lealtad, espíritu militar, responsabilidad, pertenencia y amor institucional.

Malos y pésimos generales no escatimaron ver la institución subyugada a los designios del socialismo marxista leninista, que la convirtió en el brazo armado deliberante del MAS. Un escarnio que arrasó con los valores castrenses y sociales, no respetaron la posición neutral apartidista de la institución.

Toda una deshonra, en la competencia y cumplimiento del deber, permitieron el atentado a la integridad, destrozando su tradición histórica, su doctrina, ley orgánica, leyes y reglamentos, la subordinación y constancia, disciplina, méritos, símbolos y las expresiones históricas de amor a la Patria, ese gobierno pasando la miel por la boca a los generales, abrieron las puertas de la discrecionalidad, exagerando prerrogativas, don de mando y el mal ejemplo, dejaban en las nuevas generaciones un sabor amargo, el juramento de compromiso que no se repetirá jamás.

No dudaron en perder el amor propio, adulación al extremo, declarando a la institución en socialista, anti imperialista, anti liberal, una locura en pos de la figuración y deseos de poder económico, vendieron su alma al diablo, generales que debían estar entre rejas, tan despreciables dignos del desdén y rechazo social, ser borrados del escalafón militar y procesados por delitos de “lesa Patria”, deslealtad y traición. Como dicen, “jamás volverá a repetirse”, retomaron el verdadero rol institucional, defender celosamente la CPE, y la soberanía nacional.

Los acontecimientos y eventos actuales han creado en el colectivo nacional un desagradable desasosiego, se acondicionan actitudes y acciones revanchistas, tratando de asustar, amedrentar con ataques salvajes y terroristas que ya se experimentaron en octubre pasado, la creación de milicias armadas con gente extranjera (venezolanos, cubanos, argentinos), un despropósito de anti patria. Es necesario un profundo debate y análisis al respecto, nuestro país es libre democrático y soberano, entonces el pueblo se organizara, las amenazas no atemorizan, de seguro que la respuesta tendrá el doble de intensidad del desenfreno masista, no importándoles a donde se llegue.

El general español José Primo de Rivera, dice: los militares no deliberan, cuando las discrepancias políticas versan en lo incidental de efecto político social; y la Patria se desenvuelve sobre un lecho de plenas convicciones comunes, como base de su permanencia (se refiere a incidentes o conflictos de baja intensidad, netamente política partidaria). Las FFAA, por su neutralidad son la salvaguarda de lo permanente, por esta razón no deben comprometerse en lo incidental, ni mezclarse en luchas accidentales. pero, cuando es lo permanente lo que peligra, cuando se pone en riesgo la misma permanencia de la Patria, cuando peligra la esencia del ser nacional y la propia unidad de la Patria, esto debe constituir motivo de interés y preocupación urgente para las Fuerzas Armadas. El MAS, duda no cabe es un factor conflictivo tendiente a la destrucción.