¿Cómo enseñaremos a partir de ahora?

Sin duda la coyuntura sanitaria actual hizo que, como maestros volvamos a replantearnos nuestra forma de trabajo, ¿cómo enseñar ahora? Observamos la ruptura de varios paradigmas que considerábamos inquebrantables y vimos surgir en nuestro horizonte laboral otros que no habíamos considerado formalmente hasta la fecha.

Quien no recuerda la anécdota del niño inquieto, molestoso en el peor o mejor momento, entonces el papá le entregaba un celular para que se distraiga y se calme, ahora este instrumento y el contar con acceso a internet en casa, que dicho sea de paso, ya dejo de ser un lujo o una necesidad solo de quienes por trabajo o estudios superiores requerían de esta vía de comunicación, ahora son un complemento para la formación de nuestros niños y jóvenes, podemos fácilmente deducir que la ruptura de este paradigma afectara en adelante definitivamente nuestro trabajo docente.

También, como maestros vimos que contar lo mismo que hay en un libro, el famoso dictado, ya es totalmente obsoleto, nuestros estudiantes pueden acceder a información a nivel mundial sobre el tema que deseen con acceso inmediato a un click de distancia temporal, esta característica de la instantaneidad sumado a la ubicuidad que ahora tienen nuestros estudiantes hizo que su atención se reduzca exponencialmente, si anteriormente se consideraba un promedio de 20 minutos en los cuales un estudiante atendía, pues ahora eso se redujo a la cuarta parte o menos.

Continuando con el ejemplo de los libros, toca preguntarnos, ¿cómo leen ahora nuestros estudiantes, leerán línea por línea, párrafo por párrafo, página a página? o ¿leerán como lo hacen en su interactuar constante con su celular o pc, abriendo múltiples ventanas y leyendo por partes como en las páginas web?

Esas preguntas las dejaremos a la reflexión de cada uno.

Sigamos sumando factores a esta ecuación de paradigmas: ¿cómo tendremos que aprovechar ese escaso tiempo de atención de nuestros estudiantes para enseñarles? apoyándonos en José Carlos Ramos quien nos indica que: “…un reto [para el maestro] será el de enseñar y entretener a la generación actual de estudiantes…”, no se trata de hacer acciones de entretenimiento vacío así como la televisión nos muestra en algunos programas, o que, como comúnmente decimos, chacotear en el aula, se trata de motivar al estudiante a través de acciones estimulantes del interés y la curiosidad, transgredir la rutina del aula. De acuerdo con un pequeño análisis personal, este “entretener” podría estar estrechamente ligado a las emociones, parafraseando a Lucas Malaisi: “…para conocer lo físico, lo material están los sentidos, [pero] para conocer lo importante están las emociones…”, son ellas las que llevan información importante directamente al cerebro, entonces debemos crear y mantener un ambiente “emocionante” con retos para el estudiante, no hablamos de educación emocional, tampoco fomentar las emociones o sentimientos, Francisco Mora lo expreso claramente: “… [se trata de] enseñar con emoción”.

Entonces podemos deducir algunas conclusiones, definamos que la evolución es una ley universal, entonces es imposible pensar la continuidad del empleo de herramientas, técnicas, paradigmas antiguos para la educación moderna, eso está más que claro, la inclusión de herramientas tecnológicas y virtuales es ineludible, más allá del acceso que tengan nuestros estudiantes a ellas, que sin duda es un problema social pues ahora observamos con claridad la desigualdad al acceso de la educación; sin embargo, como maestros debemos plantear estrategias para trabajar con estas nuevas herramientas y paradigmas.

Por una parte, tenemos la inclusión de las vías virtuales de educación y la ciencia que nos aporta un panorama más claro de la evolución de nuestros estudiantes y su aprendizaje, pero la transformación como tal continua en manos del maestro y su don de enseñar, el compromiso y la voluntad para cumplir su fundamental rol, es el arte de enseñar que hará la diferencia entre evolucionar o quedarnos estancados, debemos emocionarnos al enseñar.

*En presente artículo está escrito por un director de Unidad Educativa.