LA ENFERMEDAD DEL EGOISMO

Señor Director:

La psicosis colectiva que padecen los seres humanos no ha sido analizada exhaustivamente por investigadores, filósofos, pensadores y estadistas, y la causa primera proviene del egoísmo, mal que está destruyendo nuestra Patria, arrastrándola hacia su desintegración.

Para la creación de la República en 1825, los próceres lucharon denodadamente, dándonos independencia, exponiendo por ideales sus vidas, junto a miles de hombres y mujeres americanos, pero los hombres no han cumplido los mandatos de los fundadores de Bolivia y ha transcurrido más de un siglo para que el ser humano creará un símil método de esclavitud para sus semejantes: la pobreza y la negación del derecho a la realización humana.

¿Qué ocurrió en Bolivia en 187 años de República?

Estamos ante un nuevo sistema de esclavitud, inquietante y lo peor es que se lo quiere ocultar ante el juicio severo de la historia: Bolivia es uno de los cuatro países más atrasados del planeta, sin infraestructura ni escuelas para la capacitación de los recursos humanos. En las estadísticas de organizaciones mundiales estamos entre los países con menor desarrollo social, económico y moral.

Culpables de esta tragedia somos todos los que tuvimos de alguna manera la responsabilidad de lograr días mejores para el pueblo, unos por desidia, otros por indiferencia, muchos por conformismo y los gobernantes dejaron una estela de atrocidades, como si desearan la destrucción de la Patria, mal abonado por el egoísmo, que engendra rivalidad, desencuentro, traición.

El egoísmo es la causa primera del deplorable estado de nuestra Patria y debemos considerarla la enfermedad más grave en la psiquis del ser humano. Además, siendo una enfermedad congénita tiene sus ramificaciones en el hogar y en el ambiente en que se desarrolla el ser humano. Podemos verificar que esta enfermedad la han padecido y la padecen en mayor grado los que han acumulado poder político y económico, especialmente los primeros, que creen ser invulnerables y por ello buscan aumentar su poderío, aunque para ello destruyan a los demás y los sometan a una despiadada injusticia social y económica, creando mediante peculado, nepotismo y abuso de poder un entorno que los convierte en “semi dioses”, lo cual es producto de la adulación y de la pleitesía de otros enfermos de egoísmo que esperan la dádiva desde arriba y recibir los favores del poderoso más encumbrado.0

Hermógenes Sócrates Apaza

C.I. 233268 L.P.