Absurdistan

Proseguimos con los ejemplos que justifican el cambio de denominación a nuestro castigado país. En un acto reciente celebrado en Copacabana, el Canciller de la República, cuyas declaraciones merecen ser compiladas para un anecdotario digno de los dichos y hechos de Mariano Melgarejo, muy suelto de cuerpo y lengua ante un requerimiento del Primer Mandatario, para conocer su opinión sobre lo que nos espera en el futuro inmediato, señaló lo que sigue.

Haciendo referencia a las profecías mayas, a la cual algunos les atribuyen que en diciembre de 2012 sería el fin del mundo, dijo: “El 21 de diciembre de 2012 es el fin del egoísmo, de la división, el 21 de diciembre de 2012 tiene que ser el fin de la Coca Cola, el comienzo del “mocochinchi”, del wilkaparu. El calendario maya marca el fin de la oscuridad, del capitalismo y la Coca Cola, es el inicio del amor y del comunitarismo”. Para celebrar ese increíble acontecimiento, con el cambio del solsticio de verano, se convocará a miles de participantes que vendrán a celebrarlo en la isla del sol. Se puede prever que, dada la importancia de este extraordinario cambio histórico, acudiendo a nuestras reservas monetarias, algunos miles de sudamericanos y compatriotas “afines” a este acontecimiento viajarán con los gastos y pasajes cubiertos con dichos fondos.

Notable, ¿verdad?

En el mes de julio La Paz estuvo conmocionada por el motín policial. El levantamiento tuvo carácter nacional, por una causa justa: la necesidad de mejor remuneración para los policías, sobre todo los de bajo rango, los cuales querían nivelación con las remuneraciones que reciben con rango equivalentes de las Fuerzas Armadas.

Se vivió días tensos. El Palacio de Gobierno se veía desprotegido, los grupos policiales y otros desfilaban y se pronunciaba discursos virulentos, sin que nadie osara interrumpirlos. Se tomó numerosas oficinas vinculadas a la Policía, se hizo piras con documentos reservados. Los dos principales mandatarios brillaron por su ausencia. Bueno, el número 1 se encontraba en Río de Janeiro en la Cumbre de Río + 20, con algunos momentos de fútbol con bolivianos radicados en la capital del Pan de Azúcar. El número 2 parece que se autoimpuso una veda verbal.

Después de una semana de tensión, las aguas se calmaron y se llegó a un acuerdo mediante el pago adicional de 100 Bs. mensuales en las remuneraciones de los policías. Un arreglo por lo demás insólito para semejante despelote. Parecería algo absurdo e incomprensible.

Según reportaje de un matutino local, de junio 17, bajo el título: “La clave china, inversión multinacional”, “desde 1978 la política de reforma y apertura permitió la expansión de China. Hoy, de las 500 multinacionales más grandes 480 invierten en el gigante asiático”. Además “junto con las inversiones se ha introducido tecnologías avanzadas, experiencias de administración, conceptos de mercadeo, mecanismos de competencia internacional…”. Todos estamos conscientes de que la “reprimarización” de las economías latinoamericanas, incluyendo la nuestra, es en gran medida el efecto de lo que sucede en China e India.

En contraste, en el país parecería que estamos empeñados en ahuyentar la inversión extranjera, ejemplos a mano: Mallku Khota, Jindal, Colquiri como los más notorios. Sin embargo, el Ministro de Finanzas en recientes declaraciones se extraña por la ausencia de inversión privada tanto nacional como extranjera, pese a existir “excelentes condiciones” para esa tarea. ¿Incomprensión o absurdo?