Ginebra.- La guerra civil que continúa en Siria ha quedado apartada en la lista de preocupaciones del mundo, y en especial de las grandes potencias, a pesar de sus más de 191.000 muertos y además que las consecuencias han traspasado sus fronteras y llegado al norte de Irak.
La ONU hizo público ayer su tercer informe sobre el costo humano del conflicto sirio, basado en un minucioso análisis estadístico, que dio como resultado que 191.369 personas han muerto entre marzo de 2011 y fines del pasado abril, informó Efe.
La base de datos, que identifica una a una a las víctimas, no incluye por tanto a los muertos de los últimos meses, pero el ritmo sostenido de violencia hace creer que siguen siendo entre 5.000 y 6.000 por mes.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, cuya oficina encargó el análisis, recordó ayer que el sufrimiento en Siria se extiende a las familias de los muertos y de los desaparecidos, a los heridos y a los desplazados, a pesar de lo cual el interés del mundo por su situación ha caído.