Nuevo mandato

El suplemento IDEAS del último domingo, presenta la valiosa opinión de destacados profesionales e intelectuales bolivianos, sobre el nuevo periodo gubernamental, que nos guste o no, se inicia el 22 de este enero, con una ceremonia “ancestral”, como dice Paulovich por el afecto de la actual administración al esquema romano de “pan y circo”.

En dicho suplemento opinan en Macroeconomía: Juan Antonio Morales; sobre libertad de opinión y periodismo Raúl Peñaranda; sobre política ambiental Eduardo Gudynas y dos colegas; sobre políticas sociales y económicas Carlos Toranzo Roca; política exterior es tratada con mucha propiedad por Gustavo Fernández; sobre violencia hacia la mujer, Verónica Rocha; tareas para la educación por Mariano Baptista; sobre lo viejo y lo nuevo como desafío para la nueva gestión es tratado por Fernando Molina y finalmente, una cara nueva en los analistas: Marcelo Claure, haciendo propuestas sobre sus dos fuertes: ciencia y deportes.

De forma muy esquemática presentaré mis propias iniciativas sobre dos temas importantes que se encara con una realidad de mucho discurso y pocos resultados: seguridad alimentaria y medio ambiente.

La seguridad alimentaria se enfrenta a dos realidades contradictorias, el discurso de lograr la Soberanía y Seguridad Alimentaria, pensada como autosuficiencia en la producción de alimentos.

Los paradigmas utilizados son controles excesivos sobre productos que han adquirido una dinámica importante de crecimiento, como lo son la soya, el azúcar, en ciertos periodos el maíz. Pero la realidad es que contradictoriamente son los productos que se enfrentan a restricciones de exportación, inseguridad jurídica por los avasallamientos de tierras, actualmente son 70 propiedades sujetas a tomas que no se resuelven. Se apropian de productos y maquinaria, perjudicando un mayor crecimiento. Se aplica de manera perjudicial la verificación del cumplimiento de la función económica social. Sugerencia, responder positivamente a los planteamientos de ANAPO y la CAO, para resolver tales obstáculos, lo cual sí contribuirá a la seguridad alimentaria.

En contraste se practica la libertad de mercado para productos como la quinua y la coca. Se promovió el Año Internacional de la Quinua, lo cual, unido a otros factores, contribuyó al crecimiento exponencial tanto en la superficie cultivada como en la producción y exportación. PERO, no se ha tomado las previsiones sobre manejo de suelos, dotación de proyectos de riego y mejoramiento de tecnología del cultivo que permitan una mayor competitividad, lo cual ha colocado en cierta vulnerabilidad al crecimiento de las exportaciones. Resultado, con un mayor volumen de otros países productores, los precios fabulosos obtenidos hasta el año pasado han caído drásticamente y los productores en el momento realizan bloqueos, buscando un paquete de medidas que los ayuden a salir de una dramática caída de sus ingresos. La respuesta tiene que considerar que el mercado internacional funciona y determina los precios.

La coca ha tenido igualmente un crecimiento por una política de libre mercado, ¿quién controla el precio de la coca?, nadie. El crecimiento de la superficie cultivada está mucho más allá de lo que muestran las estadísticas oficiales. La expansión de este cultivo ha determinado la “erradicación” de frutales y café de zonas anteriores productoras de estos productos que eran comunes en las mesas de los bolivianos; ahora en su mayoría provienen de productores de países vecinos. ¿Manejo adecuado de la Pacha Mama en estas zonas? Puro discurso.

Retornaré con otros aspectos la próxima semana.