Fiscalía no atiende pedidos de “supuestos” implicados

Cinco minutos de contacto visual es la única relación que la enfermera Isabel C. tuvo con el menor Oscar Alexander, la madrugada del 13 de noviembre cuando el bebé llegó sin signos vitales al Hospital del Niño.

El Ministerio Público la imputó por infanticidio y desde el 14 de noviembre, confinada a detención domiciliaría, se ve impedida de dar el sustento a su familia donde debe velar por su madre de 98 años, su nieto y su hija, que es la única que hace los trámites judiciales, por lo que no puede trabajar de manera normal, mientras los fiscales ignoran sus solicitudes.

La licenciada enfermera, con más de 30 años de experiencia y varias especialidades, durante su turno, entre la noche del miércoles 12 y jueves 13 de noviembre de 2014, era la responsable de supervisar al personal de apoyo médico, que entre auxiliares y enfermeras sumaban 15, para atender a más de 100 niños internos en tres salas.

“No sé con qué subsistir, yo sostengo a mi familia, mi madre va a cumplir 98 años, y entenderá que estas personas necesitan un cuidado muy especial, mi nieto y mi hija están a mi cargo. ¿Con qué piensan, justica que voy a vivir?, mi hija tiene un problema visual, ha tenido que abandonar sus estudios en la universidad para poder ayudarme ahora”, declaró la enfermera entre sollozos.

CINCO MINUTOS

De acuerdo a su relato, esa madrugada, faltando solo una hora para que concluya su turno, que fue de relativa normalidad, el personal a su cargo debía someterse a la toma de muestras para una campaña de detección de enfermedades, por lo que inspeccionó quienes ya habían cumplido con esta orden y constató que solo faltaban las enfermeras que atendían la unidad de emergencia en el sótano.

Mediante el intercomunicador le informaron que las enfermeras no habían cumplido con la orden porque atendían estaban atareadas. Bajó, desde el tercer piso por las escaleras para dar su apoyo y así ayudar a las enfermeras y auxiliares a que cumplan con el requerimiento de las muestras.

Al llegar, Isabel C. constata que habían dos bebés en grave estado, uno de ellos estaba en la sala de reanimación, era Alexander. Al consultar al médico internista que efectuó las acciones de reanimación al bebé, José Luis D., en qué podía colaborar, este le contesta, “ya está todo hecho, es decir que mi mamá llega momentos después que lo reanimaron al bebé Alexander”, relata la Ana L., la hija de Isabel C.

La única indicación que recibe es que debe fijar el tubo “endotraqueal” (que tenía introducida en la boca por la garganta) y al hacerlo, constata que la sonda orogástrica estaba vertiendo leche, y cola un recipiente colector para que esta vía se descongestione, luego sale a la otras sala para verificar al otro menor que ya tenía orden de internación y no retorna a la sala de emergencias.

La acción solo duro cinco minutos, y según el testimonio de Isabel C. es el único contacto “indirecto y visual”, que tiene con el bebé Alexander, a quien no auscultó, dejando claro su desconocimiento sobre un posible daño en la región anal del bebé.

ALERGIA

Este procedimiento confirma la versión del personal del Hogar Virgen de Fátima, que afirman que el menor fue llevado al centro hospitalario producto de una “broncoaspiración”, es decir, se atragantó con la leche, debido a que el menor, por provenir de padres en situación de calle y alcohol, desarrolló un tipo de alergia a la leche normal y esa mañana no se le habría alimentado con el alimento especial que la suplía, mientras el su cuerpo estaba en proceso de aceptación.

PEDIDO DE JUSTICIA

Isabel C. afirma que la pregunta reiterada e insistente que le hicieron fue la de quién tomo la temperatura al menor, a lo que ella siempre contestó lo mismo, “desconozco, yo no vi, lo más que estuve con el bebé es cinco minutos”, asegura la enfermera.

Pese a todo esto, los fiscales la imputaron y solo el día de la audiencia (días después de su detención y luego de haber prestado varias declaraciones) le notifican los cargos.

De las cinco personas que sí mantienen contacto con el menor, solo dos la nombran, pero ambas confirman su versión.

Isabel C. solo pide que mientras se llevan adelante las investigaciones le permitan trabajar, pues además de la alimentación de su familia ella debe cancelar los pagos del préstamo hecho para la compra de su casa. Por lo que ha presentado ya varias solicitudes a los fiscales, pero estos no han ignorados su pedidos, mientras aún no se tiene una sola prueba material en contra del principal implicado.