Unos encargos para Evo

El Presidente Vitalicio del Estado Plurinacional y Folclórico de Bolivia, su canciller “Choky” y una nutrida y lustrosa comitiva de más de 70 dirigentes alistan valijas para viajar a Panamá donde se realizará la Cumbre de las Américas.

Mi socia periodística y pariente espiritual enterada de esos correteos preliminares me dijo con naturalidad: “Evo está alistando maletas para viajar a Panamá, donde hay lindas y baratas mercaderías de toda clase, ¿por qué no aprovecharnos de esta oportunidad para hacerle algunos encarguitos…?”.

Le respondí diciéndole que no tengo tanta confianza como para pedir a ninguno de esos felices personajes semejante clase de favores que siempre molestan a cualquier viajero, respuesta que no convenció a la cholita periodista, quien no se dio por vencida.

“Pero, jefecito -me dijo-, tenemos una amiga en el Palacio que es muy cariñosa con usted, yo creo que ella nos allanaría el camino para que podamos pedirle unos favorcitos a Evo, aprovechando su importante viaje a Panamá”.

Mi reportera se refería a una de las muchas secretarias que tiene el Presi y que responde al nombre de Hillary Mamani, quien siempre facilitó mis trabajos periodísticos en el “Kesti-Palacio” o Palacio Quemado.

Veloz como una centella, mi reportera Macacha me comunicó con Hillary Mamani, quien prometió ayudarme para que yo pudiera hacerle algunos encargos al presidente Evo, quien ya se prepara para viajar a Panamá.

Mientras la cholita encargaba un celular modernísimo y una grabadora del tamaño de un “chuwi”, yo conversé con Hillary y le dije con la mayor seriedad: “Encárguele al señor Presidente que no trate de explicar a sus colegas en panamá su derrota electoral, porque esa noticia ya ha circulado por todo el mundo y es “vox populi”. Hillary Mamani me dio la razón.

Con verdadero sentimiento le rogué a Hillary que Evo se abstuviera de apoyar al presidente Maduro, de Venezuela, en nombre de los bolivianos, porque estoy seguro que la mayoría boliviana no apoya a Maduro y lamenta la actual situación de Venezuela y que Evo podría llevarle a Maduro algo de café boliviano y -sin ofenderlo- le regalase a su par un lote de papel higiénico producido en Bolivia por Papelbol. También encargué a Hillary Mamani que si ella viajara con nuestro Presidente, le aconsejara no sobrepasarse en sus saludos, abrazos y besos al mandatario cubano, porque ya sabemos hace mucho tiempo que los Castro y el extinto Hugo Chávez ayudaron a Evo para triunfar en su primera elección presidencial. La inteligente secretaria presidencial me ofreció sugerirle recato en las caricias presidenciales de Evo hacia Raúl Castro.

Esos fueron mis encargos al presidente Evo antes de que éste viajase a la Cumbre de la Américas que se iniciará en Panamá. Ojala fueran escuchadas por el Mandamás.