PPK y S.E.

El flamante presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), es, ni más ni menos, que Doria Medina y Tuto Quiroga juntos, pero elevado al cubo. Más todavía, es el retrato de Goni, hasta en la forma de hablar aunque con mejor español. Me refiero a que si se trata de un neoliberal, de aquellos que el Jefe de Estado boliviano detesta, aquí hay un ejemplar que como exbanquero de Wall Street de yapa, no sabemos cómo se lo podrá tragar S.E. en los tres años y medio que le quedan en el Palacio Quemado.

Desde luego que la ausencia de S.E. a la transmisión del mando de PPK, es una prueba del malestar que le debe causar encontrarse no sólo con el nuevo mandatario, sino con sus colegas de otras naciones, que ya están virando, casi todos, hacia la derecha. El pretexto de la lesión en la rodilla ha sido aceptable, aunque PPK y su Gobierno saben que no quiso ir a Lima. Otra cosa hubiera sido de viajar a Caracas o La Habana. Lima está a menos de dos horas de vuelo en el super jet Falcon de los 39 millones de U$, así que lo de la rodilla está bueno para excusa.

S.E. ha expresado que desea un “trabajo conjunto” con PPK. Nos parece que era lo menos que podía expresar y lo ha hecho bien. Sin embargo, Bolivia ha descuidado demasiado sus relaciones con Perú y rearmarlas no va a ser cosa fácil. Pero habrá que intentarlo si se maneja una diplomacia prudente, que no se salga de madre como nos está sucediendo con Chile. Y que pudo suceder con Argentina cuando ganó el presidente Macri ante los apoyos descarados que S.E. hacía en favor de Scioli, el candidato perdedor. Esta vez no ha sucedido lo mismo de apostar por el derrotado porque la opción de la señora Fujimori tampoco era un encanto a los ojos de S.E.

El tema con Chile va a estar latente con la llegada del nuevo gobierno peruano. Poco o nada se consiguió con un nacionalista a ultranza como Humala, hasta con fama de revanchista, que quedó desvirtuada del todo. Tampoco se consiguió nada con Alan García, de quien S.E., entre otras lindezas, dijo que era gordo, lo que a nadie le gusta oír.

Ahora el asunto se pondrá color de hormiga porque PPK no ha podido disimular su enorme simpatía por Chile. Doble cuidado debe tener nuestra Cancillería cuando se refiera al tema marítimo y a la utilización del puerto de Ilo, aquel emprendimiento que consiguió Jaime Paz Zamora y que lo dejamos abandonado. Si nuestras últimas amenazas guerristas con Chile continúan, Ilo estará en el tapete y ahí PPK será fundamental.