Moderno TU-160 apuntará la revolución industrial

Moscú.- El proyecto modernizado del bombardero estratégico ruso Tu-160 requirió una renovación correspondiente de todas las empresas vinculadas con su construcción. En particular, la planta aeronáutica de Kazán recientemente reintegró la mayor instalación de soldadura por rayos de electrones en Rusia.

La instalación, usada para crear los primeros TU-160, se renovó completamente en el proceso de modernización de todos los equipos de la planta de Kazán —una filial de Tupolev—.

La instalación de recocido de vacío modernizada en la planta aeronáutica de Kazán. La soldadura por rayos de electrones es un sofisticado proceso técnico en el cual la energía necesaria para juntar las piezas de un material proviene de un rayo de electrones.

Debido a su precisión y la falta de aporte de cualquier de material ‘ajeno’ a la juntura, este método es ampliamente utilizado en la aeronáutica, la industria espacial y la producción de maquinaria pesada para soldar metales refractarios, como titanio, tungsteno o renio.

El bombardero estratégico Tu-160 mantiene hasta la actualidad una serie de récords mundiales.

Además de ser el avión militar supersónico con alas de geometría variable más grande jamás construido, también es el avión de combate más potente del mundo, con un peso máximo de despegue de 275 toneladas.

A nivel industrial, el TU-160 se destaca por utilizar mayor cantidad de titanio que cualquier otra aeronave en el mundo.

La parte central de su fuselaje, la que alberga el mecanismo del cambio de geometría de las alas y las alas mismas, se somete al mayor esfuerzo y debe poseer la más alta durabilidad posible.

El primer TU-160 modernizado ruso ya está en fabricación. En el proyecto inicial del Tu-160, en los ochenta, más de diez institutos científicos de la URSS unieron sus esfuerzos para construir una instalación de este tipo para los nacientes bombarderos.A finales de la década, la víspera de la disolución del país, ya no se producían estas aeronaves, y el equipo único se quedó en desuso.

Tras decidir devolver la vida a los potentes “cisnes blancos” - apodo de los TU-160 -, Rusia inició la renovación de los equipos usados en su construcción, incluida la instalación de soldadura.

Según Tupolev, el 90% de sus componentes se sustituyeron por equipos modernos, producidos en Rusia, y la maquinaria modernizada resultó aún más eficaz y confiable. (sputniknews.com)