Barcelona y Hotel Las Américas

Dicen que si el gobierno español hubiera permitido que los catalanes respondan libremente al referéndum, el NO habría ganado con 60% de los votos. Incluso The Economist tenía esos cálculos.

Pero don Mariano Rajoy decidió prohibir el referéndum separatista y las cosas se salieron de madre. Votaron 2 millones de catalanes, casi todos (90%) separatistas, pero quedaron sin votar 4 millones, que eran los que hubieran votado por el NO y no se empeñaron en hacerlo por comodidad o por respeto a las leyes.

Si el gobierno español hubiera pedido asesoramiento al gobierno boliviano, como devolución de cortesías por todos los españoles que colaboraron al MAS en armar este otro desmadre, las cosas podían haber resultado diferentes.

Por ejemplo, se les podía haber sugerido que armen una tramoya parecida a la que se preparó en el Hotel Las Américas para desbaratar el proyecto “terrorista-separatista” de 2009 y todo hubiera quedado en nada.

Unos pocos muertos, un poco de ruido por la noche, versiones contradictorias y luego un gran pero gran espectáculo judicial para castigar a todos los que participaron y no participaron en la supuesta conspiración según el guión que estuviera preparado. Y listo el pollo.

Es que la madre patria no admite que en las excolonias puede haber ideas buenas para encarar los problemas que surgen en este especial periodo de la democracia, de aquella que se aplicó aquí cuando los españoles se fueron.

Todo lo que hicieron los españoles de Podemos que llegaron para ayudar al MAS en Bolivia y al chavismo en Venezuela fue una demostración de mucha imaginación.

La lección que dejaron fue que los principios y las leyes pueden ser pasados por alto siempre que sea con el propósito de imponer la revolución, el socialismo o lo que sea. Para destruir a los enemigos, decían esas enseñanzas, todo vale. Ningún recurso puede ser excluido. Para ganar elecciones, por ejemplo, todo está permitido. Algunos votos valen más que otros, sin importar lo que hubieran dicho los padres de la democracia, ya sean griegos o romanos o franceses.

La madre patria necesitaba una ayuda para conservarse como todos la conocen y la envidian, con todas sus partes, incluso aquellas que no hablen castellano, el idioma que ellos nos trajeron, gracias a Dios.

Vacaflor.obolog.com