La misma piedra

Para ajustar la capitalización, el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada entregó a los trabajadores un total de catorce empresas que no merecían entrar en la lista de las que iban a ser pasadas a manos extranjeras.

PETRÓLEO ORO ZINC Los temores de inestabilidad geopolítica en la región del golfo, las amenazas y bombardeos en Siria, no han podido elevar el precio del petróleo principalmente porque hay rumores de que la oferta está creciendo. La Organización de Países Exportadores de Petróleo logró aliarse con Rusia y otros productores para restringir la oferta. Sin embargo, el problema de que los países venden más de lo que deben sin reportarlo aún persiste. El precio del oro sigue subiendo a pesar de una fuerte caída en la demanda de oro físico en la India, que es el segundo mayor mercado en el mundo, después de China. La caída en la demanda de India fue contrarrestada por un aumento en las compras de los bancos centrales, cuya demanda en el primer trimestre de 2018 fue 42 por ciento superior a la del mismo periodo del año pasado. El sector tecnología aumentó su demanda en 4 por ciento en el mismo período. Las refinadoras europeas firmaron un acuerdo de precio de refinación de 147 dólares por tonelada, para las transacciones a realizarse durante los próximos 12 meses. El nuevo precio representa una caída de 14,5 por ciento y el precio más bajo de los últimos 12 años. Aún no está claro como afectara esto a los precios internacionales. La producción boliviana se ha reducido pero los ingresos por el zinc aumentaron gracias al alza del precio internacional.

Más de dos décadas después, se comprueba que ninguna de esas empresas ha podido sobrevivir. Todas ellas quebraron, aunque en su momento se dijo que se trataba de “emprendimientos” sociales.

Durante el primer gobierno del MNR, la Corporación Boliviana de Fomento (CBF) fue diseñada para crear empresas con capital estatal y luego, cuando estuviesen funcionando, transferirlas a los privados. La idea era ir creando la nueva burguesía.

El problema fue que la CBF no transfirió ninguna empresa y terminó, vaya paradoja, haciéndose cargo de las que el sector privado se proponía cerrar porque estaban quebradas. La CBF se convirtió en un basurero de empresas.

En la privatización que hizo Jaime Paz Zamora fueron rematadas todas esas empresas. Entonces se informó que en los basureros empresariales del Estado boliviano existían cosas inverosímiles, como una fábrica para producir repuestos para automóviles norteamericanos de la marca Studebaker, que había dejado de existir varias décadas antes.

Ahora que se da el debate sobre las “empresas sociales” que promueve el gobierno del MAS surgen algunas sospechas, aparte de excelentes análisis, como el de Gonzalo Chávez, que habla de una repartija de cadáveres.

Una de las descripciones más acertadas parece ser aquella de “huir hacia delante”. Y que todo esto tenga relación con el repentino resurgimiento de los asaltos a la propiedad agrícola privada en Santa Cruz. Unos asaltos que, seguramente por pura casualidad, se dan cuando también en Brasil, donde los seguidores de Lula da Silva han decidido invadir, para comenzar, 70 edificios privados en Sao Paulo.

Populistas en derrota que instruyen a sus bases proceder al vandalismo, más o menos, dice una de las más atrevidas sospechas sobre este momento.

Los voceros del Gobierno dicen, muy apresurados, que cuando alguna empresa estuviera en la lista de las que serán entregadas a sus trabajadores, un auditor muy serio revisará todas las cifras para que pueda ir adelante el despojo.

Lo que espera el sector privado es que el gobierno acepte instruir al SIN reducir la presión del cepo que está ahogando a las empresas. Quizá con esa medida sería innecesaria la ley, porque se descartarían las quiebras.

Las presión del SIN sobre las empresas privadas ha sido un gran incentivo para la informalidad, (es el sistema más burocrático del mundo según el Banco Mundial) ahora hay un nuevo incentivo aún más poderoso.

La Unión Postal Universal tiene programas de asistencia a todos los países que la integran para que puedan modernizar sus servicios de correos, sobre todo ante la competencia de internet.	Desde hace dos meses y medio, el Gobierno boliviano mantiene cerrado el correo, sin ofrecer ninguna solución, mientras sigue llegando la correspondencia de todo el mundo.