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Augusto Álvarez Rodrich

Bolivia no es un milagro económico



Lima, Perú.

Yonhy Lescano y Verónika Mendoza se equivocan al querer usar en el Perú el modelo económico aplicado por Evo Morales durante los catorce años de su presidencia, señala Augusto Álvarez Rodrich, en la edición digital de la República del Perú, en su artículo de opinión titulado “Bolivia no es un milagro económico”.

Verónika Mendoza, candidata presidencial de Juntos por el Perú, y Yonhy Lescano, de acción popular, fueron criticados por sus propuestas similares a las que aplicó Morales durante su presidencia.

Para no persistir en el error, a Lescano y Mendoza les convendría leer el Informe SAE escrito por Víctor Albuquerque, el director de análisis sectorial de Apoyo Consultoría: ‘Bolivia 2006-2019: una falsa historia de éxito económico’, que se resume a continuación.

En ese lapso, la economía boliviana destacó en la región y alcanzó algunos logros sociales sobresalientes, pero sus resultados fueron, en conjunto, inferiores a los del Perú en el mismo período sin que nuestro país incurra en fuertes desequilibrios que, a largo plazo, serán muy costosos de corregir en Bolivia.

Morales estatizó empresas principalmente de hidrocarburos y minería –como hoy plantea Verónika Mendoza en el Perú–, lo que le permitió controlar los yacimientos mientras reconvertía los contratos de las empresas que habían desarrollado esos campos bajo su propio riesgo, en contratos de prestación de servicios al Estado, con lo que las empresas dejaron de tener incentivos para asumir riesgos en exploración u optimización de los procesos de explotación, y cayeron la inversión en exploración y las reservas de gas natural, lo que ha puesto en peligro la capacidad de Bolivia para reasumir compromisos de aprovisionamiento de largo plazo.

Una muestra clara que en los últimos años no se han descubiertos nuevas reservas de hidrocarburos, y los megacampos ya entraron en declinación, a pesar de las inversiones que se hicieron.

Asimismo, la participación del Estado boliviano en otras actividades económicas también fue favorecida por los extraordinarios recursos provenientes de la industria del gas hacia el fisco, pero eso alejó la inversión privada, cuestiona Augusto Álvarez, economista y periodista peruano.

A su vez, el gasto social de Morales fue muy agresivo, lo que ayudó a reducir la tasa de pobreza monetaria de 60 % (2005) a 37 % (2019). Pero esos 23 puntos porcentuales de avance fueron inferiores a los 35 que logró el Perú en el mismo período. Además, mediante subsidios en bienes esenciales, controles de precios y un esquema cambiario fijo se generó un ambiente artificial de mayor capacidad adquisitiva.

“Hoy, Bolivia intenta atraer inversión extranjera, pero, sin un nuevo marco para la inversión privada, la salida parece muy difícil debido a la desconfianza de la inversión en el estado. ¿Eso quieren para el Perú Yonhy y la Vero?”, concluye.

Los economistas nacionales, a los que se les consultó el desempeño de la economía nacional, indicaron que el modelo económico social comunitario productivo tiene su base en los precios altos de los commodities, pero también la inversión pública y la demanda interna, pero qué si no ingresan ingresos por la venta de otros rubros, la propuesta no es viable.

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