Estadísticas veraces, no solo para “tranquilizar”

Hay situaciones especiales en las que el gobierno (en todo tiempo) se cree obligado a difundir comunicados o informes con la intención de desmentir rumores y más en este tiempo de pandemia en que se producen muchos hechos y extremos basados generalmente en suposiciones. Este es un tiempo propicio para que las autoridades “se disparen” en proporcionar datos que dicen tener la intención de “tranquilizar” a la población; pero, lo cierto es que esa intención se ve desmentida porque da lugar a que se suponga muchas cosas, hechos y extremos que intranquilizan a la colectividad.

Uno de los últimos casos es el hecho de difundir datos de diversa índole sobre el coronavirus y sus consecuencias: nuevos casos, cantidad de muertos, disponibilidad de nichos o espacios en cementerios, atención en hospitales y clínicas, disponibilidad de médicos y enfermeras, posibilidad de contar prontamente con las vacunas que se requeriría para la población del país, etc.

En los últimos días, las versiones de que “hay menor cantidad de casos”, “hay aumento de éstos”, “somos el único país que prácticamente tendría solucionado el grave problema”, “que hay consenso con los médicos para usar productos de la medicina natural”, “que serán anulados títulos de médicos que acaten una huelga”, etc., etc. Todas son informaciones ajenas a la verdad y que se difunden en algunos casos debido a comentarios circunstanciales de médicos o enfermeras, pero que no son serias ni responsables.

Es preciso, pues, que muchas autoridades aprendan a callar y cuando expresen algo, que sea producto de la verdad, sin distorsiones antojadizas y menos dichas por simple figuración. Es necesario tener respeto por el pueblo, evitándole noticias susceptibles de dudas o malinterpretaciones. Es urgente informar con la verdad por delante; de otro modo son creadas condiciones para la duda, el temor y pérdida de confianza en lo que el gobierno haga.