Seguridad alimentaria

El tema de la Seguridad alimentaria está servido en la mesa de debate desde hace varios años; ya mencioné en una anterior oportunidad que en el periodo del Acuerdo Patriótico, año 1997, se firmó un acuerdo entre las cabezas de todos los partidos que la integraban, con el compromiso serio de avanzar en la Seguridad alimentaria para mejorar la alimentación de nuestra población.

El actual Gobierno en varios documentos hace referencia a la Seguridad alimentaria, con el añadido de Soberanía alimentaria, implicando la necesidad de autoabastecernos en todos los rubros. Sin embargo las cifras de importación de alimentos nos revelan que el 2009 se importó por 338,9 millones de dólares, el 2010 por 366,0 millones y el 2011 por 600 millones de dólares.

Por ello fue una grata sorpresa participar, aunque sea brevemente, de la iniciativa TAMBO, que reunió a numerosos actores de la cooperación internacional, de asociaciones de productores, municipios, autoridades locales que, en un ambiente festivo, con un escenario musical muy amplio y un auditorio para los debates, durante los días 12, 13 y 14 de octubre en instalaciones del parque urbano central ofrecieron comidas, sobre todo platos típicos nacionales, de todos los departamentos, para revalorizar nuestras comidas criollas, plenas de sabores distintos, con ingredientes de la producción nacional.

El evento con claridad se denominó “Revalorización del Patrimonio Regional de Bolivia, para tejer el movimiento gastronómico boliviano”. Esto es, disponemos de un patrimonio gigantesco de alimentos, pero nos falta cultivar el gusto y mantener la tradición de consumir lo nuestro en su diversidad de formas. En la ocasión participaron distinguidos chefs, y profesionales nacionales e internacionales para no sólo degustar sino ofrecer soluciones prácticas que contribuyen al objetivo político de lograr efectivamente Seguridad alimentaria.

Hubo debates sobre los currículos de las escuelas de cocina de Chile, Bolivia (la cocina de Inés), chefs de Gustus restaurantes; sobre los sistemas agroalimentarios locales, con la presencia de representantes de asociaciones de turismo, representantes de plataformas agroalimentarias locales, como la de leche y papa de Omasuyos, del municipio de Yunchará de Tarija.

La exposición del coordinador del Programa del Centro Internacional de la Papa, cuya sede central está en Lima y él es el representante en nuestro país, fue muy lúcida y con la experiencia del Perú que tiene una diversidad muy grande de variedades de papas, de distintas formas, tamaños y sabores, pero que, además de diferentes cualidades nutritivas, se debería utilizar aún más muchas de ellas para contribuir a mejorar la calidad nutritiva de lo que consumimos.

El título de su presentación dice mucho: “Revalorización de productos andinos, cuando la comercialización y la Seguridad alimentaria van juntos, la experiencia peruana en la papa nativa”. Él señaló que se requiere hacer conocer la gran oferta, biodiversidad en sabores y colores, mediante el accionar de los centros de investigación que generen ideas creativas para generar procesos de innovación para una interacción entre diferentes actores: productores, laboratorios, cocina y productos con mayor valor agregado. Es una gran lección para los que hacen las políticas públicas y los que desean que mejore la vida de los campesinos.