Mujeres afectadas por la violencia familiar no cuentan con un albergue

Las afectadas necesitan un lugar donde residir mientras el conflicto disminuye, por lo que autoridades piden un albergue edil para evitar que vuelvan con su “verdugo”.


Las denuncias por maltrato de hombres y mujeres llegan de forma constante a los SLIM’s de toda la ciudad donde las personas pueden acudir a solicitar asesoramiento gratuito, pero El Alto no cuenta con un albergue donde las víctimas se puedan acoger.

Eduardo y Carmen pasaron por muchas barreras a lo largo de su matrimonio, pero hace varios meses que sólo se dirigen la palabra para discutir. Mucho tiempo ha pasado desde que acabaron con los insultos conocidos pero la rabia buscaba un lugar por donde canalizar el enojo.

Llegó el viernes y por la noche la rabia asaltó el alma de Eduardo, quien decide pasar la última barrera que no había cruzado, los golpes. En cambio, ella sólo puede trasladarse a buscar ayuda y denunciar los hechos.

Los tres hijos de Carmen saltan a defender a su madre que está en el suelo y, por ello, también reciben algunos golpes en el intento, al percatarse de la gravedad de la situación el padre para los golpes y Carmen decide huir de su casa y se dirige a las oficinas del Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) ubicado en Ciudad Satélite.

Carmen no puede creer que se convirtió en un número más de los casos donde de mujeres que sufren violencia intrafamiliar, así lo comparte Nancy Chambi, jefe de la Unidad de Servicio Integral de la Comuna.

“En nueve meses, la Unidad recibió alrededor 7.149 denuncias de violencia, de las cuales la violencia física es uno de los motivos más comunes. Actualmente, tenemos ocho SLIM’s ubicados en Pacajes, San José de Yunguyo, Río Seco, Alto Lima, San Roque, Senkata 79, San Martín y Ciudad Satélite”, señaló Chambi.

Carmen está convencida de que la única forma de solucionar sus conflictos domésticos es el divorcio, sin embargo, al llegar al SLIM se encuentra con otro panorama.

“Obviamente brindamos una asesoría legal, pero en realidad nuestra primera intención es brindar una ayuda psicológica con el objetivo conciliar, a nosotros nos interesa que la familia se una, sin embargo, hay algunos casos que amerita asesoramiento legal siempre y cuando se realice un estudio de trabajo social”, acotó Chambi.

Carmen se dedica a su hogar a tiempo completo, por ello carece de recursos económicos y su primera opción es pedir dinero prestado a una vecina, porque aún se encuentra molesta, sin embargo, ahora es presa de un sentimiento peor, el miedo.

“Es normal que después de vivir un caso de maltrato físico se convierta en un trauma, la víctima teme que esto vuelva a ocurrir, es entonces cuando se tiene dos caminos: callar y convertirse en una ferviente empleada complaciente o hablar y pedir ayuda, es necesario saber que la segunda opción es la correcta siempre”, manifestó Rosmery Barbolín, psicóloga.

Asimismo, agregó que “todos los servicios de orientación que brindamos en los SLIM’s no requiere de retribución económica, son totalmente gratuitos”.

Entre las opciones de Carmen no está la sumisión, sin embargo, ello conlleva a otro problema; la familia de ella se encuentra en el interior de país y por ahora no tiene donde ir.

“A parte de la orientación profesional, se acoge a la víctima con calidez y calidad, pero en este instante chocamos con un problema, tenemos la necesidad de coordinar con albergues de La Paz, pero son privados, estos albergan a la persona maltratada por 72 horas solamente, El Alto carece de un albergue municipal, es por ello que pedimos a las autoridades a que proyecten la creación de uno porque es muy necesario, en gran parte de los casos la víctima vuelve junto a su maltratador en esta instancia”, asevera Nancy Chambi.

“Retornar al lugar donde reside su ‘verdugo’, de esta manera es un grave error, lo que se busca es frenar un círculo de violencia, lo que corresponde es un tratamiento de familia y restablecer nuevamente la confianza, si se saltan estos pasos, al pasar un tiempo, hay muchas probabilidades de volver a atravesar la violencia, en este sentido es necesario un albergue temporal, o el respaldo de un familiar”, comentó la psicóloga.

Actualmente, Carmen está recibiendo orientación psicológica y una de las cosas que aprendió que no se debe depender económicamente de su pareja.

“El trabajo de ama de casa es el más exigente y menor reconocido, sin embargo, tenemos la fortaleza de responder con ello, pero también buscar formas de trabajar, es muy recomendable tener un respaldo para cualquier situación, en especial si existe violencia en el hogar”, explicó Chambi.

Carmen buscó un empleo y ahora continúa con la terapia familiar, los expertos asumen que pronto volverá a su hogar pero en situación diferente, sin embargo, si no lo logra tendrá una fuente de empleo para educar a su hijo y salir adelante.

 
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