Un técnico luchador, emprendedor que venció a muchas adversidades

El inquebrantable y casi inmortal profesor



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Carlos Fabián Leeb Majub, es un técnico de nacionalidad argentina, se dedicó al fútbol desde muy temprana edad, aunque como él mismo comentó, no pudo llegar a jugar en la primera división de su país. Por una serie de lesiones que sufrió en su carrera se vio obligado a dejar esta disciplina y comenzó a trabajar dirigiendo a divisiones menores, su especialidad fue la formación.

Con padres de ascendencia europea, tuvo dos matices para comenzar a practicar el balompié, el primero con su padre que llegó a ser parte de la primera división del fútbol argentino, él fue quien lo apoyó bastante para que se dedique a esta actividad, por el otro lado su mamá que cuidaba al detalle que no deje los estudios y que su comportamiento sea impecable.

Leeb tiene varios recuerdos de su vida tanto profesional como personal, sus años cumplidos se caracterizan por diferentes matices que convierten su historia en digna de contar, conoceremos la otra faceta de un técnico que supo ganarse el cariño de sus compañeros de trabajo y de los seguidores de su actual club, Nacional Potosí.

HOJA DE VIDA

Nombre: Carlos Fabián Leeb Majub
Nacimiento: 18 de julio de 1968
Lugar: Villa Diamante, ciudad de Lanús Argentina
Estudios: Completó sus estudios de colegio (primaria y secundaria), estudió 2 años la carrera de Educación Física, pasó cursos de psicología, oratoria, terapias alternativas, nutrición y otros más relacionados al fútbol.
Estado civil: Casado
Esposa: Elizabeth Rosa Díaz
Padres: Félix Leeb y Rosa Majub
Hermanos: Tuvo seis, uno falleció. Luis Matías, Adolfo, Javier Francisco, Guillermo Gustavo (+), Pablo Miguel y Ezequiel Jorge.
Hijos: cinco, Diana Elizabeth, Carla Romina, Denisse Jazmín, Carlos Guillermo y Bryan Teodoro.
Nietos: Tiene tres.

1983: Comenzó a jugar en divisiones inferiores de Independiente.

1985: Terminó sus estudios de colegio en una escuela nocturna, tuvo que hacerlo así porque en el día practicaba el fútbol.

1988: Tuvo su debut oficial en Independiente en junio, y en octubre contrajo nupcias teniendo 20 años.

2001: Por una serie de lesiones que sufrió en su carrera deportiva tuvo que abandonar la práctica del fútbol, en total lo tuvieron que operar en 14 oportunidades, lo infiltraron en numerosas ocasiones provocando que sus condiciones desmejoren y su juego baje en calidad. Los médicos le recomendaron dejar la actividad para evitar posteriores secuelas de mayor gravedad.

2010: Llegó a Bolivia para dirigir a Universitario, club con el que cumplió una excelente labor tanto en el torneo local como en certámenes internacionales (Copa Sudamericana).

2011: Dirigió en el fútbol de Medio Oriente.

2012: Volvió a nuestro país para hacerse cargo de Nacional Potosí, equipo al que intenta sacar de una incómoda posición en el torneo liguero.

¿Fue duro para usted comenzar a jugar al fútbol?

Tenía el apoyo de mi papá, él llegó a jugar en la primera división de Argentina, quien no estaba muy de acuerdo con eso era mi vieja, siempre cuidaba que nos dediquemos al estudio, que nos portemos bien. Cuando mis amigos iban a buscarme, ella no me dejaba salir porque tenía que hacer mis deberes. Era bastante estricta, con decirte que cuando nos castigaba no había posibilidad de tranza. En vacaciones jugaba en la calle con los vecinos.

¿Fue dura su infancia y su juventud?

Después que mi viejo se retiró del fútbol no se dedicó a nada que se relacione a esto. Se dedicó a trabajar. Mi familia fue humilde en ese sentido, yo tenía que ir a la escuela y luego a trabajar, lo hacía en una panadería con mi papá.

¿Por qué la necesidad de trabajar?

Vengo de una familia humilde, teníamos urgencias y trabajamos desde chicos para cubrir las necesidades de la casa. A mis 12 años manejaba un quiosco y eso me hizo metódico, aprendí a ver la responsabilidad de lo que faltaba y lo que no, eso me ayudó mucho para crecer, fueron las enseñanzas que me dio la universidad de la vida, me fortificó el carácter. No me considero el único en el mundo que hizo eso, pero sí puedo decir que soy un tipo fuerte sobreviviente de las adversidades más complicadas y eso es lo que uno trata de heredar a los hijos, ellos crecen y mi esposa les cuenta, incluso la misma gente que me conoce lo hace y les dice cómo era yo, lo que hice, lo que hago.

¿Cómo comenzó su carrera de técnico?

Después que dejé el fútbol por un problema de rodilla en el que me indicaron que si seguía jugando era posible colocarme una prótesis, trabajé de ayudante de Aristo en Banfield, con él salvamos el descenso del equipo, pues volver a ascender a Primera es muy complicado. Luego de un tiempo estaba de coordinador general de todo lo que era fútbol, porque me fui a estudiar. En ese tiempo apareció Falcioni, de quien aprendí mucho y me mandó a dirigir reservas, fue ese tiempo que me nombró coordinador general. Cuando se fue Falcioni yo entré a la dirección técnica y terminamos segundos del torneo, fue un bonito debut en mi carrera como entrenador. Era joven en esa oportunidad, tenía 37 años. Les dije a los directivos que si fallaba me iría, pero no fue así.

¿Cómo fue su paso por Irán?

Fue una bonita experiencia, me hicieron una oferta muy buena, la acepté y armamos un equipo que era humilde, pero que funcionaba con chicos que tenían ganas, tenían menos de 20 años, había condiciones para trabajar, pero hubo un factor que no pude aguantar y era el religioso, era muy extremistas y poco a poco buscaban algo para llamarme la atención y me controlaban todo, me llamaban para preguntarme como iba a ser la estrategia. A mí no me gusta dar explicaciones, no es por soberbia, pero tengo mi manera de ser. Sé escuchar, pero si me critican defiendo mi postura a muerte, lo hacía con la gente, pero no me gustó que quieran controlar todo, pienso que el tema religioso influyó bastante para ese control.

¿Cómo sobrellevó el choque entre su mamá y su papá para que juegue al fútbol?

Mi mamá me exigía que vaya a estudiar y que saque buenas notas, era buen alumno, tenía que estudiar porque si me sacaba una nota baja ella me pegaba. Mi viejo trabajaba en una panadería y llevaba a casa el pan, en la noche siempre lo comíamos con una taza de café con leche, eso nunca faltaba. Él me apoyaba para que juegue, era la figura de papá bueno y mamá mala, a veces discutían por eso. Éramos una familia que compartía todas las cosas y que pasábamos de todo, si tomábamos una Coca Cola era en los cumpleaños, y a veces tomábamos de una chiquitita entre todos. Son cosas lindas que uno recuerda de la familia, ahora tengo a mi esposa que me apoya, me entiende, ve a mi hermano menor que tiene algunos problemas de retraso y siempre lo atiende, él dibuja y hace sus cosas y está acompañado por mi esposa.

¿La educación era rígida en su casa?

Sí, en mi casa, todos fuimos muy respetuosos, nadie hablaba ni una sola palabra, mi mamá se encargaba de eso. Así es que se me abrieron muchas puertas, y me ayudó a que pueda encarar a mi mamá para hacerle saber que quería dedicarme al fútbol, hablando y hablando tuvo que aceptar que me gustaba esto y que era mi camino a seguir.

¿Cómo inició su vida familiar?

Me casé muy joven, a los 19 años, fue una decisión que habíamos tomado mi esposa y yo, quisimos hacerlo así, hoy en día estamos juntos y felices con nuestros hijos, una linda familia. Te cuento que cuando nos casamos yo lo hice siendo virgen y eso para muchos era algo extraño, para mí no, eso también partió de la educación que tuvimos en la casa, ella también lo era, así que vivimos una hermosa relación basada en respeto y amor mutuo. Ahora ella es mi gran apoyo, mi compañera y siempre está a mi lado.

¿Cómo es la relación con sus jugadores?

Cada día pasamos una prueba, es un examen que tenemos que aprobar, lo que se haya ganado o perdido queda atrás. La gran satisfacción mía es que en cada partido que jugamos algún futbolista que dirigí en el balompié boliviano se acerca a saludarme, antes de las prácticas y de los partidos siempre nos saludamos con un abrazo, con mucha cordialidad, siempre tuvimos una relación buena dentro y fuera de la cancha, así como nos llevamos bien, reímos y a veces jugamos, también soy estricto y si te tengo que dar una cachetada porque algo está mal lo hago.

¿Qué fue lo más triste en su vida?

La muerte de uno de mis hermanos, Guillermo, falleció a los 23 años en un accidente, es algo que no se puede superar con facilidad, nos afectó a todos, somos una familia muy unida y la pérdida de él fue un duro golpe.

Carlos Fabián Leeb visto por los entendidos

Edson Zenteno
Jugador

Es un técnico de mente abierta, desde su llegada al club nos ha estado enseñando cosas para jugar y para nuestra vida misma que son importantes, siempre está atento a lo que pasa con cada uno de nosotros, nos escucha y nos aconseja. Como profesional es muy bueno, ha sabido sacar a Nacional Potosí del mal momento que estábamos pasando, no bajó los brazos y eso se ve en el trabajo que hacemos todos los días y los resultados que nos acompañan.

Germán Salamanca
Periodista

Tuve la suerte de comentar alguna vez con él, y de esa experiencia puedo decir que se trata de una persona muy gentil, amable, abierta, cosa que cambia cuando hace su trabajo como técnico, y eso es lógico, debe comportarse de otra manera, lo que no quita que sea una buena persona. Como entrenador es alguien que le gusta conocer a su gente, les enseña lo que necesitan para desenvolverse, está haciendo un buen trabajo en Nacional Potosí que lastimosamente no estuvo bien este último tiempo.

Gastón Moreno
Pdte. Nal. Potosí

Tenemos una relación muy cordial con el profesor, como persona es alguien que sabe escuchar y también hablar, tiene facilidad de palabra y eso aplica con los jugadores que necesitan una palabra de aliento, sabemos lo complicado que es manejar al futbolista boliviano y por ese lado lo hace muy bien. Como técnico, creo que tomamos una decisión acertada en contratarlo porque los resultados se están dando y la actitud del equipo ha cambiado.

Leonardo Alvarez

 
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