Algunos ciudadanos usan las calles alteñas como mingitorios

Dos mingitorios instalados en inmediaciones de La Ceja, donde se cancela 50 centavos por el servicio, no impiden que ciudadanos continúen haciendo sus necesidades biológicas en vía pública, aspecto que debiera ser sancionado por las autoridades, aseguró el presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, Javier Ajno.

Para el representante vecinal, las actuales instalaciones de servicios higiénicos, pese a tener un costo menor del 50% que muchos de los privados, no son utilizadas por los ciudadanos alteños varones quienes continúan haciendo sus necesidades (urinario público) en inmediaciones del puente distribuidor de La Ceja, especialmente en la parte posterior de Fejuve, las mismas paredes del mingitorio construido por el Municipio y debajo del propio puente.

“Por lo tanto, no es que no existan espacios para que sean utilizados de manera higiénica o que los mismos tengan costos inaccesible, por lo tanto lo que queda es que el municipio apruebe normas que sancione a quienes orinan las paredes pese a tener un baño público”, señaló el representante vecinal.

Al interior de los actuales mingitorios que fueron construidos con proyectos ediles por el lugar, los mismos llegan a ser administrados por nueve personas quienes dependen del Municipio y atienden a la población en tres turnos.

En la jornada de ayer sólo uno de los baños destinados a los menores de 12 años se encontraba sucio y otro de los baños debía ser reparado por registrarse tapado, mientras que el restante se encontraba a disposición de la población.

“Lastimosamente la población es la que no cuida los propios bienes públicos que tiene, porque en varias ocasiones hemos llegado a encontrar que las y los adolescentes les gusta rayar en las puertas, dejar mensajes morbosos, destrozar los mismos baños, ensuciar y no limpiar a pesar de que funciona todo para el aseo después de haber sido utilizado. Al parecer nuestra gente necesita ser controlada o ser nuevamente educada”, explicó una de las funcionarias del lugar quien debía mantener la limpieza de los mingitorios.

En menos de 10 minutos, alrededor de ocho personas, en su mayoría mujeres, eran quienes solicitaban los servicios higiénicos de estos baños, mientras que en inmediaciones de esta infraestructura los varones, sobre todo mayores de 45 años, eran quienes ocupaban los espacios públicos (paredes de bienes inmuebles) para hacer sus necesidades biológicas. En muchos de los casos, quienes incurren en estos actos no se percatan de la presencia de damas o menores de edad que transcurren por las calles aledañas.

“Es una pena que los varones y en su mayoría mayores de edad lleguen a dar ese espectáculo antihigiénico, dejando una imagen de que todos los alteños son así de sucios, es por eso que nosotros estamos de acuerdo en que estas personas deben ser arrestadas y sancionadas económicamente”, afirmó Verónica Mamani, una vecina del sector que presenció estos hechos.