Educación vial para niños

En los últimos años se han suscitado varios accidentes de tránsito, principalmente atropellos, algunos leves y otros fatales, donde han estado involucrados niños y jóvenes de diferentes edades, esto debido a que circulan distraídos por las calles y avenidas y mostrando su desconocimiento de las normas viales.

Ha pasado bastante tiempo desde que se sugirió que en el currículo escolar se implemente una materia como Educación Vial, que sería de mucha importancia para disminuir la fatalidad en las personas de corta edad, principalmente escolares.

La Policía Boliviana, cuyo objetivo es desarrollar actividades de interés social que contribuyan al bienestar y la calidad de vida de las personas, así como la formación para prevención de accidentes, busca llegar con las autoridades de turno a plasmar esta iniciativa, ya que cuenta entre sus filas con el personal capacitado para el desarrollo de actividades de formación en Educación Vial, a través de un circuito infantil.

Con estas actividades se pretende enseñar a los jóvenes, de entre 6 y 12 años, formas de desplazarse más seguras y sostenibles. La actividad consiste en una clase teórica de Educación Vial, donde se les dará las claves necesarias para una correcta Seguridad Vial, y una prueba práctica en un circuito del parque vial, donde deberán demostrar lo aprendido, siempre bajo el control de nuestros monitores.

Estas actividades son imprescindibles en la educación en edad temprana, aportan un primer contacto con las normas de circulación vial y conciencia a la sociedad del futuro, como se realiza en otros países.

Durante el tiempo de aprendizaje, se tratará normas básicas y fundamentales de seguridad vial, como son: caminar y cruzar la calle respetando semáforos y pasos de peatones, aprender a ver y ser vistos, utilizar correctamente la bicicleta cuando se pasea respetando las normas, comportamiento en motocicletas, en vehículos y en motorizados del servicio público, cuando vamos de viaje, así como los elementos de seguridad útiles y necesarios, como el sistema de retención infantil, el uso del cinturón de seguridad y el uso del casco de protección cuando vamos en vehículos de dos ruedas.

Educando a nuestros hijos les estamos ayudando a convivir de mejor manera y a sentirse bien en el ambiente en que se mueven. De esa manera aprenderán a dar valor a algunas conductas y comportamientos. Como nos ven, así actúan. Por eso, valores como llevarse bien con lo demás, comprender, ser paciente y sobre todo, el respeto a lo ajeno son imprescindibles para un sano desarrollo de nuestros pequeños.

Un niño que sabe y conoce hasta dónde puede llegar cuando está con más niños podrá vivir una vida más saludable y sana, independientemente de si está en un entorno escolar o familiar.

La educación cívica está antes que la educación vial. De ahí que si el niño sabe respetar a los demás, será más fácilmente respetado y así como con todo. Tenemos que empezar desde su tierna infancia, desde antes de nacer incluso. Y la prueba la tenemos cuando antes de nacer, desde dentro del vientre de la madre, al oír a sus progenitores se pone a dar pataditas para llamar su atención o para pedir sustento. Después de nacer, los niños ni son buenos ni son malos, poco a poco y con la ayuda de sus padres, educadores y de los que conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y lo que está mal.