Fuertes inversiones en empresas con problemas

La creación de empresas, sean productivas o de servicios, tiene que ser con previos estudios muy serios y responsables sobre la posible utilidad que tengan, si su creación cumpliría objetivos que beneficien mucho al país, que se produzca lo que hasta ahora importamos y que podría reemplazar su producción, instalación o fabricación en el país y tomar en cuenta muchos otros detalles importantes. Pero, sobre todo, dónde, cómo y cuándo se debe crear esas fuentes de riqueza que, en todo caso, deben ser de gran beneficio y que las inversiones realizadas no signifiquen quebrantos económico-financieros para el país.

Estudios realizados por quienes conocen la situación productiva del país y, además, lo establecido con empresas que fueron creadas en los últimos diez años, muestran que la mayoría de lo emprendido ha sido sin planificación ni estudios precisos; es decir que se ha invertido tan solo “porque había dinero y debía invertirse”, porque la disponibilidad de materia prima o el hecho de que estaría asegurada la provisión de gas permitían esas inversiones. Lamentablemente, mucho de lo hecho ha terminado en fracasos que hoy se lamenta.

Ejemplos patéticos son la Planta de Producción de Urea y Amoniaco que costó al país 953 millones de dólares y fue construida por la empresa coreana Samsung y está situada en el Chapare, sitio inapropiado para este tipo de industrias; se trata de una planta que ha sufrido muchos paros desde su inauguración y la producción es incipiente debido a factores que, en casos, resultan insuperables, a más de no contar con la provisión necesaria de gas. Se trataría de una planta que “no puede funcionar con menos del 70% de su capacidad y al hacerlo con menos se le ha causado serios problemas”.

Otro es el caso de la Planta Separadora del Gran Chaco y que se relaciona con productos como gasolina, GLP o etano que “son líquidos y para los cuales se tendría que construir ductos sea hacia Argentina o al Pacífico”. Indican los expertos: “Sería muy complicada una dinámica de carguío de más de 120 cisternas de 30 metros cúbicos de GLP todos los días. La planta no cuenta con poliducto para transportar GLP o las gasolinas a producir. Tampoco tiene mangas de carguío ni ramal ferroviario que posibilite la carga y el despacho en vagones”. La Planta Separadora ‘Carlos Villegas’ habría tenido un costo de 700 millones de dólares y, según estudios de Milenio, “opera con el 30% de su capacidad de producción”. (ED 9-12-17)

El caso de ambas empresas es muy serio y las medidas “correctivas” que corresponda tendrían altos costos. A tiempo de haberse inaugurado, dejan pocas esperanzas de que puedan funcionar debidamente, especialmente si no se cuenta con las cantidades necesarias de gas y, además, la solución de medios de transporte de la producción del Gran Chaco, medios que aún no muestran visos de ser construidos.