Discriminador doble aguinaldo

Si bien en nuestro país, Bolivia, apenas llega a un 30% la población de trabajadores asalariados, en la cruda realidad de las cosas el tan decantado doble aguinaldo 2018 que se pagaría finalizando el mes de diciembre, solo llegará a un privilegiado 10% de trabajadores que pertenecen a la gran industria. Así como otro 10% pertenece a la mediana y pequeña industria nacional, y cuyo personal de trabajadores está de 6 a 20 personas, en el mejor de los casos, y que lamentablemente no podrán recibirlo este año, al igual que en los años pasados, y no porque los pequeños dueños de los pequeños talleres no lo quieran (entiéndase bien, talleres y no fábricas), sino porque sus regulares producciones no se alcanza a venderlas en los mercados locales.

Me estoy refiriendo a los nueve departamentos de nuestro país, porque el CONTRABANDO de toda clase de mercaderías ha llenado los mercados nacionales, y a pesar que esos productos son desechables y tienen poca duración en su uso, la gente de escasos recursos económicos se ve ante la obligación de comprarlos. Y para el colmo, la incipiente producción nacional tampoco se la puede exportar, porque sus precios son altos.

Pero, curiosamente, el restante 10% de los supuestos trabajadores asalariados, que en la cruda realidad de las cosas no producen y sí que recibirán el doble aguinaldo 2018, al igual que las anteriores veces, lo constituyen los funcionarios públicos e integrantes del Ejército y la Policía.

Ese aguinaldo corriente o doble aguinaldo extraordinario, que no han recibido en el pasado, muchos no recibirán en el presente, y menos los recibirán en el futuro. Nos referimos al restante 70% de esa enorme población de trabajadores, puesto que al no haber industrias que puedan absorber su mano de obra desocupada, se han visto obligados desde muchos años atrás y por las apremiantes necesidades de supervivencia -en un país gobernado por discriminadores- a tener que dedicarse al comercio informal. Es decir a tener que vender en las calles una diversidad de mercaderías importadas de la China, y que en su totalidad son artículos de pésima calidad, en su mayoría desechables, y llegar al extremo de verse obligados también a vender ropa usada.

Un 70% de la población es de trabajadores desocupados, los que no solo no reciben sueldos mensuales, no reciben beneficios sociales, no están asegurados a alguna Caja de Salud, no ganan remuneraciones por horas extraordinarias, y no reciben indemnizaciones. En fin, que nada reciben, ¡absolutamente NADA! ¿Qué lástima, verdad?