Publicidad

    


Imprevisión, ineficiencia e incapacidad


 

Las primeras evaluaciones de la catástrofe ecológica que incendió más de un millón de hectáreas (diez mil kilómetros cuadrados) en la región de la Chiquitania en el Departamento de Santa Cruz, reveló aspectos de fondo que no pueden ser disfrazados tras engañosas informaciones oficiales, detalles de mínima cuantía y ofrecimientos etéreos que encubran la magnitud de lo ocurrido.

Tres son las grandes causales que saltan a la vista en este desastre nacional: La imprevisión, la ineficiencia y la incapacidad para superar el gigantesco daño a la madre tierra, sobre una superficie considerable de las zonas verdes del país.

En primer lugar, la opinión pública observa que los engranajes del gobierno fueron los que crearon las condiciones para producir la conflagración por vía de dotar de tierras a campesinos sin ninguna experiencia en agricultura tropical, tal el caso de la entrega de terrenos a 26 comunidades de pobladores andinos sobre una superficie de más de 50 mil hectáreas de monte bajo y seco.

En segundo lugar, el gobierno actuó con extraordinaria tardanza en reaccionar por estar dedicado a una campaña electoral destinada a una re-reelección presidencial por cuarta vez, contra toda disposición constitucional y consuetudinaria. A la par de esa lenidad, no había personal idóneo para combatir la hoguera, ni herramientas ni recursos financieros suficientes, etc.

Con base en esos y otros aspectos, el fuego se propagó velozmente con aliados inesperados como el tiempo seco, sequedad del suelo, vientos calientes dominantes del norte, las pocas esperanzas de que se produzcan lluvias providenciales del sur, etcétera, condiciones que fueron favorecidas por los chaqueos de hacendados y comunarios favorecidos con grades dotaciones de tierras, a quienes se autorizó desmontar y quemar bosques para producir soya destinada a elaborar etanol para gasolina y derivados, ante el agotamiento del gas subterráneo.

Sobre mojado, llovido. Ahora, en tercer lugar, además de esos problemas capitales no se adopta las medidas necesarias y oportunas para resolver el resultado del magno problema, por la incapacidad para encarar el desastre debidamente. En efecto, se propone acciones impertinentes, como un plan de emergencia elaborado a tontas y a locas con el nombre de pausa ecológica y otros ofrecimientos de factura electoralista, destinados a reducir los efectos negativos que produjeron los fuegos sobre la candidatura inconstitucional de Evo Morales para reelegirse por cuarta vez.

En efecto, por los detalles de esos ofrecimientos, se confirma que no tendrán resultados favorables, sino más bien lo contrario, o sea que la medicina será peor que la enfermedad. Medidas contra la propiedad de la tierra, hacer dotaciones colectivas para migrantes de occidente, reforestaciones estatales y otros serán como echar agua en la arena y los efectos del incendio se prolongarán por más de cien años.

La evolución de esta catástrofe revela que se va de mal en peor. Las medidas para defender a la “Pachamama” son buenas intenciones (de las que está empedrado el camino al infierno); carecen de la menor seriedad y del menor conocimiento agrario y agropecuario, como se caracterizan los proyectos oficiales.

aqui poner publicada
 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (894 Kb)      |       PDF (352 Kb)



Caricatura


Sociales

Homenaje a Fernando Prado

ENRIQUE HERRERA, FERNANDO PRADO, FERNANDO SÁNCHEZ E ISABEL NAVÍA.


Publicidad