El reino de los buenos futbolistas

Quienes tuvimos la suerte de ver jugar a Ramiro Castillo Salinas, a fines de los ’80 y principios de los ’90 podemos afirmar que no es una utopía imaginar un lugar donde el talento futbolístico nace junto a sus pobladores.

Apodado “El Chocolatín”, Castillo fue poseedor de un récord en el fútbol argentino: el boliviano con más apariciones, con 146 partidos jugados y 10 goles convertidos; vistió las camisetas de: Instituto de Córdoba entre 1987 y 1988, Argentinos Juniors entre 1988 y 1990, River Plate entre 1990 y 1991, Rosario Central de 1991 a 1992 y Platense entre 1992 y 1993. En Chile, se lució en Everton de Viña del Mar. En el año 1997, Ramiro Castillo pasó a vestir la camiseta del Club Bolívar. Pero el cuadro con el que mantuvo mayores lazos profesionales y de sentimiento sin duda fue The Strongest, donde comenzó su carrera profesional (1985-1986) y también donde tuvo su más productivo ciclo (1993-1996).

Ramiro formó parte de dos históricos seleccionados de Bolivia: el de Copa América 1997 y el combinado “verde” de 1993, que lograra la clasificación al Mundial 1994.

Después de 21 años de su deceso, se lo recuerda como el delantero con más habilidad en los pies, velocidad e inteligencia para realizar las más grandes hazañas individuales en la cancha y trabajador en conjunto para impulsar al equipo durante el juego. Frontal y sincero para sus declaraciones ante el periodismo; humilde al reconocer sus orígenes, pero aguerrido cuando se trataba de defender sus ideales.

El don innato de Castillo no fue casual; se vio también reflejado en sus hermanos, Iván y Eloy, además de cientos y hasta miles de ciudadanos de Yungas; específicamente de Coripata; lugar del que se dice es el “ Reino de los buenos futbolistas”.

A través del tradicional torneo Interyungueño, se pudieron apreciar las más relevantes figuras del fútbol de La Paz: Natalio Flores, Luis Iriondo,

Rómulo Alaca, Leonel Morales, Demetrio Angola… en fin, muchos nombres más.

Este lugar tropical de nuestro multifacético departamento, es un semillero natural que se convierte en nicho de talentos; del cual se sabe poco o casi

nada en este tiempo.

Relevancia se deberá dar a este “Reino de los buenos futbolistas”, cuyos niños y niñas, hoy por hoy practican el balompié porque lo heredaron; está

en sus genes y en el legado dejado por Ramiro Castillo. No es difícil redescubrirlo.

Ghilka Sanabria Pradel, es periodista.