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Hugo Pozo:

Teatro necesita apoyo del Estado

> Más 48 años en las tablas defendiendo el teatro nacional desde la “Compañía Hugo Pozo Bolivia”; su director, actor y formador de talentos no ceja en su apuesta por talento nacional


HUGO POZO, ACTOR DE TEATRO POPULAR.

La demandada de ayuda estatal a las artes escénicas, al teatro popular de manera particular, es una demanda que nunca fue atendida con políticas nacionales serias, sostenibles que tomen en cuenta el valor de los artistas, de teatro y otras disciplinas, como un el aporte que es al desarrollo humano del país, señaló a EL DIARIO el actor Hugo Pozo.

El director de teatro y actor lamentó que las necesidades continúen siendo las mismas que cuando incursionó en el arte ; “casi por el agujero de un ratón del ‘Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez´, en la ciudad de La Paz, fue donde empezó su trayectoria.

“En teatro popular nunca hemos tenido apoyo de gobierno, en 48 años de trayectoria el apoyo, si hubo, es efímero. Al igual que mis antecesores, siempre nos hemos estado quejando, mediante la prensa, por esta falta de apoyo. Es envidiable cómo la políticas de países vecinos toman en cuenta su cultura, su arte y apoyan al teatro como parte del desarrollo humano de su sociedad, cómo un recurso e instrumento de educación para sus jóvenes”, refiere Pozo, la señalar que “son tratados como la quinta rueda del carro.

El apoyo al actor, así como a artistas en danza, música o pláticas debe ser permanente con políticas de Estado implica la creación de espacios para su desarrollo, teatros, escuelas de formación que fomenten su permanente cualificación como ocurre con cualquier otro ámbito profesional.

“El actor es un profesional que debería dedicarse a esa actividad artística y vivir de ello como cualquier otro profesional y mostrar el teatro nacional fuera de las fronteras con las condiciones que esta actividad demanda”, plantea, que al tratarse actualmente de una actividad privada las condiciones siempre son deficitarias por la inversión que demanda.

El teatro popular es el baluarte del teatro nacional, destaca Pozo, al recordar generaciones de destacados actores de teatro que, tal como ahora, también crecieron en este como una suerte de isla.

La generación de actores como Eduardo Casis, de quien Pozo es discípulo en arte dramático, Tito Landa, la familia Cervantes, Julieta Ortiz, Raúl Salmon, Agar Delos, Mery Rada, Pablo Dávila, bajo cuyo influjo se formaron nuevas generaciones como la de David Mondaca, Teresa Gutiérrez, Hugo Eduardo Pol, Cacho Mendieta , David Santalla, entre otros, y que constituyen la escuela del teatro popular nacional que supieron ganar un destacado espacio en el contexto internacional.

El registro de los destacados actores bolivianos, a decir Pozo , marcó su “época de oro” que merece ser retribuida con un mayor de parte las entidades del Estado de manera seria. Obras como “La Calle del Pecado”, de Raúl Salmón de la Barra, “La Chaskañawi”, de Carlos Medinaceli, o “La Rosita”, de Antonio Días Villamil, son clásicos que marcaron la historia del teatro popular nacional pero que nunca recibieron el apoyo a pesar de su aporte a las artes en el país, refiere el destacado actor al recordar que se trata de clásicos del acervo nacional que voltearon taquilla en sus cientos de presentaciones.

La “época de oro” del teatro popular nacional queda en la nostalgia frente a las vicisitudes que actualmente enfrenta por la improvisación para llevar algunas puestas en escena, la falta de formación de algunos actores que se aventuran a proyectos mayores que demandan mejores condiciones para alcanzar el éxito que todo artista espera.

“De un tiempo a esta parte, el teatro se ha venido a menos por la improvisación, teniendo una participación muy limitada han pensado que tenían suficiente formación para dirigir y hacerse cargo de una terea de tanta responsabilidad social, flaco favor le hizo al teatro popular nacional después de la importante trayectoria y el respeto que se ganó a nivel internacional”, lamentó.

A pesar de las adversidades que enfrenta el teatro popular Pozo no titubea en su apoyo al arte de las tablas, “voy a seguir trabajando y aportando al teatro nacional, con los 48 años de trayectoria siento que no es suficiente, las nuevas generaciones tiene que prepararse para evitar los fracasos que se ha visto por la falta de preparación y apoyo a esta parte de las artes escénicas”, apuntó.

 
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