Mujeres líderes, a tomar el mando en los estados, somos más del 50 %

El 8 de marzo fue proclamado como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, por moción de Clara Zetkin, líder del “Levantamiento de las 20.000”, en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908. Tal medida, formalizada por Naciones Unidas en 1975, se refirió a las mujeres corrientes como artífices de la historia en las luchas femeninas por participar en la sociedad en igualdad de condiciones con el hombre.

La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

Según datos de ONU Mujeres, tenemos mujeres líderes que conducen sus Estados con eficiencia, mucha capacidad, para bien de su población como Jefas de Estado (JE) 11/152=7,2 % y Jefas de Gobierno (JG) 11/193 = 5,7 %, Alemania (JG), Bangladesh (JG), Chile (HE/JG), Croacia (JE), Estonia (JE), Islas Marshall (JE/JG), Liberia (HS/JG), Lituania (JE), Malta (JE), Mauricio (JE), Namibia (JG), Nepal (JE), Noruega (JE), Polonia (JG), Reino Unido (JG), República de Corea (JE/JG), Suiza (HE/JG)

Promedio mundial y regionales de mujeres en los parlamentos, ambas cámaras: Países nórdicos 41 %, Américas 28,1%, Europa (países nórdicos incluidos) 26,3 %, Europa (países nórdicos no incluidos) 25,2 %, África Subsahariana 23,6 %, Asia 19,3, Estados árabes 18,0 %, Pacífico 17,4 %

Se evidencia que las mujeres en el mundo están asumiendo la cabeza de sus estados y realizan la administración de manera muy eficiente, con el compromiso hacia todos sus habitantes, sin discriminación, logrando éxito en esa labor tan importante.

En Bolivia, hubo solo dos presidentas, Lidia Gueiler y Jeanine Áñez, lamentablemente por la coyuntura propia del nuestro Estado y el machismo exacerbante cometieron errores, esencialmente porque a la cabeza de los partidos políticos están machos, que no impulsan a mujeres líderes naturales y cuando algunas guerreras pretenden liderar a algún partido político, les cierran las puertas (las “congelan”), no permiten competencia femenina y algunas mujeres declinan porque amenazan a sus familias, se ven acosadas y violentadas en sus derechos.

Es hora para que las mujeres del mundo, especialmente de Bolivia, empiecen a organizarse. Recuerden que a pesar de estar en la vanguardia dando la cara y el pecho, como lo hicieron las mujeres de la Coronilla, cuando se enfrentaron a la invasión española con sus hijos a cuestas, en el momento de asumir el poder fueron ignoradas, como sigue sucediendo ahora.

Sergio Fajardo, director de la Fiscalía Especializada de Delitos contra la vida, informó que desde el 1 de enero hasta el 2 de marzo se registra 24 feminicidios a nivel nacional, 7 en Cochabamba, 5 Santa Cruz, 2 Potosí, 2 Beni, 1 Pando y 1 Chuquisaca, incluye las 4 víctimas del sector Sindicato Tres Arroyos de Villa Tunari, con características similares de asfixia y traumatismo craneano.

Estos hechos de muerte de mujeres deben impulsar a las guerreras para tomar el mando de nuestro Estado y administrar con transparencia, eficiencia, eficacia, con conocimiento de nuestra realidad e igualdad de oportunidades para mujeres y hombres como manda la Constitución. No olviden que somos más del 50 % y madres del otro 50 %, asumamos nuestro rol de madres de Bolivia, no permitamos más feminicidios, como los últimos ocurridos en la tierra de nadie de las 4 mujeres enterradas que estaban desparecidas y fueron encontradas en el Chapare, donde impera la violencia y el narcotráfico en su máxima expresión. Estamos en camino de otra Ciudad Juárez de México, en la que se mata mujeres en complicidad con el gobierno mexicano.

¡Mujeres!, es nuestra era, debemos conducir el mundo para evitar el exterminio de la humanidad, ya que algunos están provocando la destrucción de la tierra por sus ambiciones, quieren ser los más ricos en el cementerio. Nosotras somos generadoras de vida, desde la cuna somos conductoras de nuestros hijos, con principios y valores de vida, demostramos fortaleza para proteger a nuestros vástagos en bien de la humanidad.

La autora es Abogada, ex Asambleísta Constituyente.