Publicidad

Banco Mundial

Bolivia crecerá 4,7% en 2021, pero en 2022 caerá a 3,5%



Las proyecciones de crecimiento del Banco Mundial para Bolivia son optimistas para este 2021 con 4,7%, más que la estimación que el Gobierno realizó, que ajustó la cifra a 4,4%, ya que en diciembre de 2020 había fijado 4,8%.

Pero no son todas buenas noticias, puesto que el Banco también proyecta un descenso del crecimiento en el 2022 a 3,5% y el 2023 el Producto Interno Bruto (PIB) caerá a 3%, cifras que muestran que llegar a la senda del crecimiento antes de la pandemia demorará más de lo previsto.

América Latina y el Caribe (ALC) sufrió más daños a la salud y la economía a causa de la pandemia de Covid-19 que cualquier otra región, pero a medida que la región comienza a repuntar se abre la oportunidad de llevar a cabo una transformación significativa en sectores clave, de acuerdo a un nuevo informe del Banco Mundial.

Debido a la pandemia, el Producto Interno Bruto (PIB) en la región de América Latina y el Caribe (excepto Venezuela) cayó un 6,7% en 2020. Se prevé una vuelta al crecimiento de 4,4% para 2021. En comparación con las proyecciones del Banco a fines de 2020 de una caída de 7,9% para el 2020 y una expansión del PIB en un 4,0% para el 2021.

La enorme conmoción causada por la pandemia podría sentar las bases para una mayor productividad mediante la reestructuración económica y la digitalización. También surgen otras oportunidades a partir de innovaciones en el sector eléctrico, de acuerdo al informe semestral del Banco Mundial para ALC, 'Volver a Crecer’.

“El daño es severo y estamos viendo mucho sufrimiento, en particular entre los más vulnerables”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe.

“Pero siempre hay que mirar hacia adelante y aprovechar esta oportunidad para realizar las transformaciones necesarias que aseguren un futuro mejor”, agregó.

La fuerte contracción causada por la pandemia el año pasado tuvo costos económicos y sociales enormes. La tasa de desempleo en general aumentó y la pobreza se disparó, si bien en algunos países el uso masivo de transferencias sociales hizo mucho para amortiguar el impacto social de la crisis.

La crisis de la Covid-19 tendrá un impacto a largo plazo sobre las economías de la región. Es probable que los menores niveles de aprendizaje y de empleo reduzcan los ingresos futuros, mientras que el elevado nivel de endeudamiento público y privado puede causar tensión en el sector financiero y frenar la recuperación.

A pesar de estos desafíos, existen áreas positivas. El comercio internacional de bienes se mantuvo en un nivel relativamente bueno, a pesar de la fuerte caída en el comercio de servicios, particularmente turismo.

La mayoría de los precios de las materias primas son más altos que antes de la crisis de Covid-19, en parte gracias a la pronta recuperación de China. Esto es algo bueno para los exportadores de productos agropecuarios y mineros. Las remesas hacia la región subieron en comparación con el período previo a la pandemia, un tema muy importante para varios países del Caribe y América Central.

Publicidad