¡Es fútbol!

Algunos extremistas en España quisieron llamar a la reflexión a sus compatriotas para que a la final de la Eurocopa no se asigne importancia que supere o sepulte los alcances de una crisis que es cada vez más incontrolable, culpando típicamente a la derecha de utilizar estos eventos masivos para que el pan y circo, muy típicos también en nuestra Latinoamérica, no sirvan para engañar a una población a la cual se le recorta la asistencia pública, en realidad la reducción es en el gasto público y esto involucra la salud, la educación (sobre todo universitaria) y supone dentro de las fórmulas de emergencia un incremento de impuestos y despidos al por mayor, reducción en el consumo, mermas en las producciones, todo para que los números no cierren pero sirvan de colchón para las nuevas políticas que, obligatoriamente se deberán implementar para iniciar una recomposición financiera del continente.

Mario Monti, el primer ministro Italiano sigue festejando, no el subcampeonato sino el doblarle el brazo a la alemana Merkel quién no quería ayudar a los “países del sur irresponsable” o sea Portugal, España, Italia y Grecia.

El reemplazante de Berlusconi logró, tras muchas horas de discurso, que aprobaran un plan de salvataje con dinero de los ricos del norte europeo el jueves pasado, ,justo cuando Italia dejaba fuera a Alemania. En lo político y futbolístico habían provocado un milagro. Políticas muy criticadas por el premio Nobel Joseph Stiglitz quien las denominó como suicidio económico, coincide con Paul Krugman, otro Nobel de economía que señala que las soluciones que aprobaron impulsarán una mayor recesión en la región.

España e Italia no sólo coinciden en tener las dos mejores selecciones de Europa en estos momentos, sino por afrontar el mismo caos.

La Eurocopa terminó y estarán toda la semana en España hablando de lo lindo que juegan los suyos y en Italia del recambio urgente que necesitan para estar nuevamente en sitiales importantes y escapar del fantasma que no les permite ser ni la sombra de lo que siempre fue este país, sobre todo en finales.

¿En cuánto puede influir que este tema acapare las marquesinas durante siete días (por que mas no da) y se deje de lado la problemática que será solucionada mínimo en un quinquenio?

Siempre sostuvimos que la alquimia que algunos quieren lograr mezclando política y fútbol es peligrosa, los políticos utilizan al fútbol como herramienta para sus oscuras intenciones la mayoría de los casos. Pero a la vez, el fútbol es una empresa que utiliza a los futbolistas, a los periodistas y los seguidores de la peor manera, es un sistema que te envuelve en una vorágine de la cual hay que intentar escapar permanentemente. Si es opio de los pueblos o no, será una respuesta que seguirá buscando Borges donde se encuentre.

Es fútbol, es pueblo, es planetario, es globalizado, es pasión, es, si hasta uno quiere…mágico.