MUNDO INSÓLITO

MANILA (Reuter). En 1990, los funcionarios del ministerio del Trabajo de Filipinas asignados en el exterior para encargarse de cuidar a los filipinos emigrantes, deberán comer mucha papaya si tienen dificultades para controlar sus apetitos sexuales.

El director de la Administración Laboral en el Exterior, Wilhelm Soriano, aconsejó a sus funcionarios recurrir al fruto tropical, después de enterarse de que algunos habían trabado vínculos sexuales con algunas de las personas que estaban supuestas a cuidar.

“La papaya tiene ese elemento que se llama ‘papase’, que aparentemente frena los más íntimos apetitos”, dijo Soriano.