No hace falta que lo digas

Los incidentes en Santa Cruz luego del clásico camba fueron una vergüenza. La victoria del Tigre en Cochabamba dejándolo bien puntero, provoca sonrisas en Achumani.

Lo de Bolívar enerva a algunos, aunque desde aquí sostenemos que la paciencia tiene que ser una buena consejera estos momentos, hasta que los nuevos conceptos engranen; aquí y en la China los períodos de inversión de tiempo son los mismos.

Al tema que le quiero dedicar este espacio es a la decisión de mi amigo Pablo Escobar de alejarse de la selección nacional. La Real Academia de la Lengua presenta como definición de renuncia al abandono voluntario de algo o abandono de algo por sacrificio o necesidad, en este caso quiero sujetarme a la segunda acepción. Considero que el pararse frente a la prensa y anunciarlo viene a ser lo mas leve; lo duro… y solo él y su familia lo saben, con seguridad fueron las noches sin dormir y cargar una mochila que pesaba cientos de kilos.

Sus ojos todavía hinchados en esa improvisada conferencia de prensa evidenciaron el dolor que le provoca. Su decisión la comunicó a sus compañeros en el camarín luego de, minutos antes, conseguir la victoria ante Aurora en Cochabamba y quebró en llanto sin terminar su discurso. Siempre fue un respetuoso de los códigos íntimos del fútbol y ese respeto lo protege ahora y lo protegerá siempre. No hay un compañero ni tampoco un rival que tenga conceptos negativos sobre “El pájaro” y es simplemente lo que de por vida cosechan los buena leche, los buenos tipos, los bien paridos. No me gustaría estar en los zapatos de Pablo, por la sencilla razón que cualquiera sea el motivo que haya forzado a esto, le tendrá apretado el corazón durante bastante tiempo y no hay peor cosa que tener el “corazón partío”.

Es impagable cruzarse en esta vida con gente honesta, es un valor que se está transformando en un tesoro, que como tal, cada vez es más difícil de encontrar, sin inconveniente alguno él pudo concentrar y seguir vistiendo la verde que se nota que la ama, sin embargo con total valentía y siendo honesto consigo mismo y con todos nosotros decide dar un paso al costado al no parecerle justo no estar en la plenitud de sus condiciones, en este caso anímicas y espirituales. En varias oportunidades jugó lesionado y con dolores profundos, pero le metió con las mismas ganas, alentando a sus compañeros con aplausos y poniéndose el equipo a la espalda, sacando a relucir esas agallas que solo los líderes aceptan al calor de un combate.

Hace cuatro años atrás debutaba en un amistoso un 20 de Agosto del 2008 frente a Panamá en Santa Cruz y oficialmente en septiembre del mismo año en Ecuador entonaba las estrofas del himno nacional, se despide (temporalmente) con dos goles frente a la selección del país que lo vio nacer en la única victoria que ha conseguido la selección boliviana estas eliminatorias, le queremos pedir más, necesitamos gente como él para el cambio que pretendemos en los nuestros, en este intento que nuestra historia cambie, pero en el margen de la educación y el respeto que siempre nos entregaste nos queda solo aceptar en silencio tu decisión y rogarle a Dios que lo que te preocupa lo soluciones de la mejor manera y puedas volver.

No pidas disculpas Pablito…no hace falta, no decepcionaste a nadie, mas bien somos nosotros los que te decimos con todo el corazón…Muchas Gracias.