El corazón, órgano que poetas y artistas asocian con el amor desde tiempos inmemoriales tiene poco que ver con ese sentimiento. Al menos eso sostienen varios estudios científicos que ubican al cerebro como el gran responsable de provocar mariposas en el estómago, desmayos, mejillas coloradas y demás efectos que dicen sentir quienes se enamoran loca y perdidamente de otras personas.
Diferentes estudios científicos muestran, de manera novedosa, que existen zonas del cerebro que se activan y sintetizan sustancias específicas, cuando se está enamorado.