Nuestro homenaje a las Fuerzas Armadas

Fermín Cáceres B.

El deterioro y la corrosión político-partidista de nuestras Fuerzas Armadas en el pasado, las llevó a un desgaste tal que fue muy difícil recuperar su imagen como la institución tutelar de la Patria.

Precisamente esto es lo que sucedió y sucede bajo los regímenes fascistas y socialistas, ya que al implantar sistemas autoritarios, las FFAA sucumben ante el poder político. Las lecciones de la historia demuestran que dichos regímenes, con su concentración de poder militar, político y económico se convierten en oligarquías despóticas, que en plazo no muy largo experimentan una transformación radical opuesta a su ideología, como en el caso de la ex Unión Soviética y sus ex satélites

En estos regímenes las FFAA son obligadas a ser obsecuentes y a cumplir las órdenes más insensatas, ya no son hombres sino máquinas con un arma mortífera en las manos, y los móviles que los impulsan son reprobables. Pretendiendo detentar el poder civil, militar, político, económico y hasta religioso, dichas fuerzas abusan de su poder material, convirtiéndose en amenaza para el derecho y un grave peligro para la democracia; sometiéndose a una ideología, dejan de ser respetables y se convierten en abominables. Promueven unas Fuerzas Armadas numerosas con el pretexto de la seguridad del Estado, pero representan un gran peligro para la ciudadanía, porque crecen y se potencian en función de las pretensiones de gobernantes que ambicionan perpetuarse en el poder.

En nuestro país, con el advenimiento de la democracia fueron desplazadas del ejercicio del poder. Por lo tanto, es lógico pensar que deben estar alejadas de las prácticas político-partidarias.

En un estado democrático, no son los gobiernos elegidos ni los políticos civiles expertos en temas de seguridad los que determinan el rol y las tareas militares, sino los propios uniformados y deben caracterizarse por su orientación profesional, con disciplina a toda prueba y la personificación de cierta tradición de reserva y neutralidad frente a la política partidaria. Entre sus específicas funciones se puede mencionar como primordial la lucha contra narcotráfico, contrabando, pobreza, mantenimiento del orden público, y otros temas afines.

Los Ejércitos han sido creados para preservar el derecho, cumplir y hacer cumplir la ley y ser al propio tiempo, el sólido baluarte de la democracia, la integridad y seguridad del Estado.

En este sentido son muy respetables y merecen todas las consideraciones del pueblo, que las mantiene con sus contribuciones.

Del mismo modo es preciso inculcar en los miembros de la institución castrense la noción exacta de su deber cívico, alejándolos de las opiniones políticas, en observancia de lo estatuido en nuestra Carta Magna: Las fuerzas armadas no deliberan.

Por el honor de nuestras FFAA, por su grado de cultura no creemos que existan en sus filas hombres implicados en ajetreos ajenos al quehacer castrense. De lo contrario eso significaría ausencia de sentido moral en nuestra respetable institución, en los formados para hacer prevalecer su lealtad a la Patria.

“Siempre respetaremos la institucionalidad de las Fuerzas Armadas, no se trata de utilizarlas políticamente, éstas deben estar al servicio de la Patria”, dijo el presidente Evo Morales.

Correo electrónico: fermincaceres123@gmail.com

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