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Nicaragua

UE aboga por reanudar mesa de negociación

> Desde abril del año pasado, cerca de 90.000 nicaragüenses se han marchado al exilio por razones políticas y para resguardo sus vidas o su libertad, principalmente, y últimamente por la crisis económica

Managua.- El embajador de la Unión Europea (UE) en Nicaragua, Kenny Bell, abogó ayer por la reanudación de la mesa de negociación entre el Gobierno del presidente Daniel Ortega y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia para superar la crisis que vive este país desde abril de 2018.

En una declaración enviada a la prensa, con motivo de su despedida, el diplomático afirmó que la UE "sigue viendo" el diálogo "como una condición esencial para resolver la situación política" de Nicaragua.

Destacó que en la mesa de negociación que mantuvo el Gobierno de Ortega con la Alianza Cívica, y que el Ejecutivo dio por concluido unilateralmente el pasado 30 de julio, la UE "identificó cuatro áreas: liberación de presos; garantías y libertades; reforma electoral; justicia".

"Estos fueron los temas acordados entre las partes. Un paso muy importante. Y creo que urge que se vuelva a la mesa para hablar de estos temas", anotó.

A juicio de Bell, esas cuatro "áreas constituyen todo un proyecto para renovar la institucionalidad del país".

"Reto pues a todos a juntarse para abordar estos temas críticos para el futuro, llegar a establecer prioridades comunes para el país; allí está el desafío que debe plantearse hoy", continuó.

Contó que actualmente en Europa se conmemora un evento dramático y trágico de la historia británica, que se llama Peterloo, que lo hizo meditar sobre "cómo la historia nos va a ver, a nosotros todos".

"¿Qué fue entonces Peterloo? El movimiento de los chartistas quería cambios políticos: el voto para todos; reformas al sistema electoral. Mientras miles se manifestaban pacíficamente en Manchester por estos ideales, una compañía de caballería les embistió", recordó.

"No se sabe cuántos murieron: mujeres y niños incluidos, se estima entre 11 y 22. Esto pasó hace exactamente 200 años. Fíjense como hasta hoy este incidente, tan lejano que parece, conlleva a una gran memoria, mucho análisis, amplia conmemoración", prosiguió.

El embajador dijo que con esa anécdota no es para "buscar paralelos, sino para tirar una lección, y llevarnos a la reflexión que debemos todos levantar la cabeza y pensar en el futuro: qué mundo queremos, qué Europa queremos, qué Nicaragua queremos. Porque la gente, la historia, el futuro, recordará". (EFE)

 
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