Publicidad

    

Miedos y fobias que pueden derivar del confinamiento

- ¿Te sientes angustiada o agobiada por cuestiones que antes no te perturbaban? Puedes haber desarrollado alguna o varias fobias que se manifiesten en puertas de la 'nueva normalidad'. Te aconsejamos cómo enfrentarlas.


En términos generales, ¿cómo dirías que has llevado la cuarentena? A gran parte de la población joven le ha supuesto un suplicio, tal y como indica un estudio. Para el 43% de los jóvenes, el estrés, la ansiedad, la depresión y el insomnio han sido las principales consecuencias que el confinamiento ha conseguido ejercer sobre ellos.

Desde Mundo Psicólogos, nos cuentan: "Además del temor más explícito, el contagio en sí, esta pandemia ha creado un estado de incertidumbre en todo el mundo sobre el futuro económico y social, con repercusiones en el equilibrio mental del individuo. Miedos al contacto físico, a los espacios cerrados…, e incluso también a quedarse soltero o soltera".

¿Quieres saber cuáles son las principales fobias que pueden surgir de la cuarentena y cómo superarlas?

Agorafobia

Este tipo de fobia, del griego "miedo a la plaza", se refiere al estado de ansiedad que afecta en espacios con límites indefinidos y abiertos. Después de un largo período de reclusión, el regreso a la vida pública podría generar terror al tener que abordar situaciones abiertas sobre las que no se tiene control.

Claustrofobia

La claustrofobia es el miedo a los espacios cerrados. El miedo está relacionado con la posibilidad de asfixia, por estar limitado en sus movimientos y no tener bajo control la posibilidad de abandonar un lugar determinado cuando se desee. Una de las posibles consecuencias en la 'psique' es el desarrollo de una fobia que teme al espacio cerrado como un lugar de contagio.

Demofobia

Es la fobia hacia la multitud, una forma de miedo hacia situaciones en las que se puedan aglomerar una gran multitud de personas.

Hipocondría

En los últimos meses, las enfermedades, los cuidados intensivos y las muertes están en el centro de la comunicación. Este monotema puede favorecer al aumento de la fobia vinculada al miedo excesivo a enfermarse.

Tanatofobia

El miedo a la muerte. Se refiere tanto al miedo a morir como al miedo a perder seres queridos. El número de muertes registradas diariamente en todo el mundo y las imágenes que hemos visto pueden trastornar profundamente.

Rupofobia

El miedo a la suciedad. Esta fobia puede desarrollarse en casa como consecuencia de la limpieza continua y la desinfección tanto personal como del hogar, y se extiende de manera morbosa al espacio público, afectando a las formas de relacionarse con los demás.

Eremofobia

Miedo a la soledad. También llamada autofobia, se refiere al miedo a estar solo contigo mismo.

Hafefobia

Miedo al contacto físico, hacia el cual se genera un nivel incontrolable de incomodidad y repulsión. Después de la cuarentena y la continua reafirmación del alto riesgo de contagio entre las personas, con normas de higiene relativas que deben respetarse, podría surgir en los individuos una fobia injustificada de entrar en contacto físico con otras personas.

Anuptafobia

Las restricciones impuestas por la pandemia, para evitar contagios, llevan a todos aquellos que no tienen pareja a sentir que el momento en que podrán conocer a alguien y entablar una relación ciertamente no será en un futuro cercano. Por ello, no es sorprendente que algunos sujetos puedan desarrollar anuptafobia, o miedo a quedarse soltero. Este tipo de fobia, a menudo originada por la presión social, surge de la visión de la pareja como la única forma de ser completa y feliz.

CÓMO COMBATIR LAS FOBIAS

Aquí algunos consejos para lidiar mejor con el aumento repentino de una o varias de estas fobias. Siempres hay luz al final de ese túnel. Los expertos nos animan:

1. No pienses en obtener todo de inmediato: es importante tomarse tiempo para reanudar una vida normal que no genere más ansiedad.

2. No consideres que tendrás siempre ansiedad o ataques de pánico porque ocurrieron en otras ocasiones. Todo esto tiene un final y se puede gestionar.

3. Habla del tema y no te sientas extraño. Incluso las personas más insospechadas sufren este tipo de dolencias, en diversos grados. Hablar de ello ayuda a darte cuenta de lo que estás experimentando.

4. Practica yoga y meditación. Las actividades que trabajan en la respiración y la concentración aportan beneficios psicofísicos.

5. Ríe. Es muy importante encontrar una manera de pasar momentos divertidos. Entonces, di sí a todas las personas que transmiten positividad y alegría.

6. Ponte en contacto con un especialista, incluso 'online'. El inicio de una terapia dirigida y efectiva puede conducir a una resolución de un problema que de otro modo podría descontrolarse.

Silvia Lorente

 
Revistas
Publicidad
Portada de HOY

JPG (192 Kb)


Publicidad
 
Publicidad