Dos clases de hombres

Hay hombres que se dejan arrastrar por la propaganda y las palabras vacías, pero hay otros que se esfuerzan por tener su propio criterio y defender sus ideas.

Hay hombres que anteponen sus prejuicios de raza, sexo y religión a su manera de actuar, pero hay otros que se rigen únicamente por el amor fraternal.

Hay hombres que huyen de los problemas, escapando al terrible mundo de los vicios, pero hay otros que se enfrentan sus adversidades con inteligencia y esfuerzo.

Hay hombres que viven a la espera de que el éxito llegue hasta donde ellos se encuentran, pero hay otros que salen a buscarlo y lo persiguen incansablemente hasta alcanzarlo.

Hay hombres mediocres, pero también hay campeones. ¿Entre cuáles estás tú?

Más allá de lo conocido

Si los antiguos navegantes se hubieran conformado con atracar en el primer puerto que encontraran, no habrían pasado peligros, pero tampoco habrían descubierto nuevas tierras, no civilizaciones.

Si los aventureros se hubieran limitado a visitar sólo el pueblo vecino, no habrías sufrido en absoluto, pero entonces, los conocimientos no se los habría trasmitido, ni la sociedad hubiera evolucionado.

Si los genios se hubieran contentado con guardarse sus talentos, no habrían pasado pena alguna, pero, de igual modo, no existirían las grandes obras de la humanidad, en progreso, ciencia, arte y cultura.

Y si tú te acomodas a tu presente situación, seguramente no pasarás ningún contratiempo, pero, asimismo, jamás entrarás a las oportunidades del triunfo que sólo el estudio y la superación proporcionan.

¡Los hijos de Dios van siempre en conquista de lo imposible!