Operadores políticos ocupan escenario del discurso pre-electoral

El oficialismo aprende de sus propios errores. En efecto, entre la primera y segunda semana de agosto y durante la conmemoración del 189 aniversario patrio, los candidatos mayores (en sentido de su alto nivel ejecutivo), del Movimiento Al Socialismo, respondieron con cierta vehemencia a los postulantes de la alianza Unidad Demócrata.

Aquellas fuertes arengas de los principales del MAS, parecían hablar de un debate público entre el Primer Mandatario y los restantes cuatro candidatos de oposición.

El candidato de UD, pensamos, daba por seguro su posicionamiento como el más cercano a la Presidencia del Estado Plurinacional, factor que habría llenado de gozo al propio postulante y a los analistas que militan en esa tienda -desde luego, ya no son “analistas” imparciales sino parte y portavoces de la menciona alianza- pero, ello no ocurrió.

Tal vez, los tácticos del MAS habrían llegado a la conclusión de que, si el Primer Mandatario accedía a los retos electorales del candidato-empresario, de hecho, el oficialismo posicionaba como único contendor al personaje que, por ejemplo, al lanzar su propuesta del “50-50” mostró una de sus flaquezas que, para los movimientos sociales, es imperdonable.

Poco después de las fiestas patrias, el candidato del MAS a primer senador por el departamento de Santa Cruz y exministro de Gobierno, fue uno de los que lanzó la idea de que ellos, como operadores políticos, estaban dispuestos a responder todas las preguntas de la oposición; alegato que defraudó las expectativas del que hoy es candidato de UD.

Acto seguido, tomó la batuta el ministro de la Presidencia. Enfocó al delfín del Partido Demócrata Cristiano, preguntándole por qué, durante su mandato constitucional, heredado del General Hugo Bánzer ¿organizó una Fuerza Expedicionaria contra los productores de coca?

El tercer paso de la táctica que suponemos y nos lo dice nítidamente el análisis de situación, fue el desbarajuste en que, candidatos de oposición, de la noche a la mañana, quedaron aislados del primer candidato del MAS, con una cortina política que, posiblemente, durará hasta después del 12 de octubre.

La oposición aún está perpleja y materialmente imposible de debatir con el líder del MAS y condenada en las próximas semanas que nos acercan al fatídico domingo 12 de octubre, a debatir en el plano inferior, prácticamente bajo la tarima del escenario político electoral. (Clovis Díaz).