Los brujos trabajan

Después de mucho tiempo reabrió sus puertas el naiclú “Malena”, acontecimiento social y político al que fuimos invitados mi pariente espiritual y yo, pues la que recibimos estaba suscrita por la Confederación Nacional de Yatiris, naturalmente dirigida por nuestros amigos Calimán, Huayruru y Titirico. La atrayente esquela dice: “Faltando una semana para el verificativo de las elecciones más limpias de la Historia de Bolivia, nos complace invitarlos a “La noche de los brujos”, donde los más notables yatiris adelantarán para ustedes el resultado final de los comicios que se efectuarán el próximo 12 de octubre, Día de la Raza”.

Como mi socia periodística ha tomado muy en serio su papel de reportera y anda a la caza de primicias periodísticas, resolvió que iríamos al atractivo baile, aclarándome que no lo haríamos por el deseo de bailar juntitos “chic tu chic” sino para conocer los resultados electorales con anticipación de siete días, lo cual constituiría otro de sus triunfos periodísticos.

Le pregunté a mi comadre si la invitación indicaba si había que asistir con calzón o sin calzón, contestándome la audaz cholita que asistiríamos sin calzón y que después de conocer las cifras de los comicios y la nómina de los triunfadores nos pondríamos la incómoda prenda. Y así fue.

Macacha me condujo a El Alto en mi poderosa motocicleta Harley Davidson, a donde llegamos en pocos minutos, siendo recibidos por nuestros amigos yatiris con palabras tan sinceras como éstas: “Bienvenidos al naiclú Malena con calzón o sin calzón porque muy pronto conocerán a los triunfadores con razón o sin razón”.

Allí creímos ver por vez primera al ex ministro de Gobierno Dr. Carlos Romero, a quien un cortejo de cholas no lo aflojaba de “senador por aquí, senador por allí” y él les sonreía muy feliz por su anunciado triunfo.

Algunos yatiris que fueron traídos de provincias me abrazaron creyéndome candidato masista y tuve que desencantarlos diciéndoles: “¡Guarda, guarda, yo soy periodista y no pertenezco al Movimiento Al Socialismo”. Y se alejaron de nosotros.

Naturalmente proclamaron el triunfo del re-re-re candidato Evo Morales y de su compañero Álvaro García Linera, aunque no faltaron gritos aislados de algunos cholos nobles: “Que sea por última vez”, aunque debo reconocer que no faltaron gritos de “Evo for ever”, que mi comadritay tradujo para mí como: “¡Evo por siempre!!!”.

La diligente periodista nacida en Quillacollo fue anotando en su libreta las cifras que registrarán las elecciones del próximo escrutinio y con su anuencia de mi platuda comadritay hice descorchar dos botellas de “champú” francaise, dedicándome después a preguntar a todas las cholitas que bailaron conmigo si habían venido al baile con calzón o sin calzón.

Mi correcta comadre cochabambina anotó todas las cifras que recién conoceremos el próximo domingo para verificarlas.

Cuando concluyó su tarea periodística me dijo: “Ponte rápidamente tu calzón y vámonos”.