Rescatan a dos personas desnutridas que convivían con animales muertos

La concejala Nancy Mamani del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (Gamea) informó ayer que una anciana y un hombre de aproximadamente 58 años, con desnutrición severa y un tumor en el rostro, fueron rescatados, tras vivir por más de dos meses en un cuarto donde además habitaban animales muertos y conejos.

Mamani señaló que ambas personas vivían en extrema pobreza, sin agua, luz, en la zona Pacavi del Distrito 12 de El Alto. 

Por la gravedad en el estado de salud del hijo, este fue llevado al hospital Holandés. Según el informe médico, el paciente debe ser trasladado al hospital Obrero para que le realicen los exámenes correspondientes.

El primer reporte médico dio a conocer que tanto la madre como el hijo sufren de desnutrición severa.

La concejala Mamani dio a conocer que el cuarto donde vivían ambas personas será desinfectado por el personal de bomberos, ya que el lugar desprende un olor nauseabundo.  

En relación a la situación de la mamá, la autoridad informó que también se le brindará la atención correspondiente, en tanto esta quiera salir de su casa, puesto que ella no quiere moverse del lugar que había asegurado para que nadie ingrese. 

MÁS CASOS

Recordemos que en marzo de 2017, la sociedad boliviana se dio una sacudida emocional provocada por la muerte de una niña de 12 años a causa de una desnutrición crónica y el drama de su familia que vivía sumida en la pobreza extrema en la ciudad de El Alto.

El 7 de septiembre, se conoció el diagnóstico médico de Naomi, la adolescente de 14 años, que presentaba un cuadro de desnutrición severa además de gastroenteritis, parálisis cerebral infantil, deshidratación, anemia y retraso psicomotor. Ella llegó al Hospital del Norte (El Alto) con un estado de salud delicado y actualmente es tratada en el Hospital del Niño.

El 14 de septiembre, en el departamento de Potosí, una menor fue enterrada clandestinamente por sus familiares después de que murió por desnutrición.

Tenía siete hermanos y sus padres no tienen dinero para alimentarlos, informó la fiscal Mónica Correa en una entrevista con radio Pío XII.

La menor tenía 13 años, según el reporte radial y fue enterrada en un ataúd blanco de manera clandestina en el cementerio del ayllu Sicoya, ubicado detrás de la Facultad de Agronomía de la Universidad Siglo XX del municipio de Llallagua.

Los papás de la niña de 13 años que murió de hambre en el municipio de Llallagua, tras sufrir de desnutrición crónica por falta de alimento, viven en la extrema pobreza y aún tienen más hijos que alimentar.