Salir del socialismo

Cuando se desplomó la Unión Soviética, algunos países que habían sido sus satélites intentaban convertirse en economías de mercado pero tropezaban con problemas.

Esos problemas se parecen mucho a los que tienen ahora los empresarios bolivianos, y eso que Bolivia no está de salida del socialismo, sino todo lo contrario.

Yegor Gaidar, el primero en ocupar el cargo de primer ministro de Rusia tras del desastroso colapso de la URSS, enumera en su libro “State and evolution” las falencias que tenían esas sociedades para rehacer sus economías y aspirar a afiliarse a la Unión Europea.

En Hungría, Polonia y en los países bálticos, dice Gaidar, la población conservaba algunos recuerdos de la economía de mercado, pero en Rusia nadie había visto jamás tiendas al menudeo ni conocido una moneda de libre conversión.

Felizmente ya huérfanos de la “madre patria socialista”, estos países necesitaban volver a la racionalidad. Debían restablecer los estándares europeos referidos a la propiedad privada, la estabilidad fiscal, la transparencia en los gastos del gobierno, en regulaciones bancarias y en instituciones democráticas.

Exactamente lo que ahora los empresarios bolivianos están pidiendo al gobierno, aparte de avisarle que no pagarán el segundo aguinaldo decretado mediante un procedimiento de manipulación de las estadísticas.

Dice Freddy Suárez, de la CAO, que los empresarios cruceños quieren la “propiedad plena” de la tierra. Es decir que piden que en Bolivia se restablezca el principio de la propiedad privada.

Suárez alude seguramente al sistema de extorsión en que se ha convertido la aplicación del principio de la “Función Económica y Social” (FES) para los productores de Santa Cruz.

A propósito, Gaidar incluye en este libro una referencia al antropólogo ruso Sergei S. Vasiliev, quien escribió que la más grande revolución en la historia de la humanidad la hicieron los griegos 500 años antes de Cristo, cuando “inventaron” la propiedad privada.

De la transparencia en el gasto gubernamental hablan las encuestas que condenan el despilfarro del gobierno en los palacios con lujos asiáticos, mientras en los hospitales ni siquiera hay camas para los enfermos.

Acerca de las regulaciones bancarias, Asoban ha dicho en su momento que no está de acuerdo con que se fije tasas de interés desde el gobierno, pero no tuvo respuesta.

Sobre el restablecimiento de las instituciones democráticas, no solo los empresarios: todos los bolivianos lo exigen.

Un país que sufre las secuelas de estar bajo el yugo de “hermanas patrias socialistas”.

Vacaflor.obolog.com