Tema marítimo: grandes males, grandes remedios

Hoy el mundial de futbol mantiene atrapada la atención de la ciudadanía. No solo en nuestro país, seguramente en todo el mundo, al menos allí donde llegan las noticias e imágenes de las alegrías y tristezas de los jugadores, de acuerdo a como les haya ido a sus selecciones, que se identifican con sus países, por lo que el resultado se traduce en un tema de amor propio nacional.

Mientras tanto, tal vez entre partido o partido, o a la conclusión del mundial, los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJH) prepararán su fallo sobre la demanda boliviana. Resultado que será festejado por unos y lamentado por otros. Aunque las consecuencias serán de mucha mayor trascendencia que el resultado de un juego de fútbol, pese a que éste ya fue pretexto para una guerra. Si, siguiendo el consejo del presidente Morales, Chile hubiera aceptado negociar sin esperar el fallo, esta espera se hubiera evitado y ambos países, especialmente el vecino, habrían mostrado voluntad de paz y de desarrollo conjunto.

Con la presentación de la demanda, se dio un punto de quiebre en lo referido al reclamo boliviano. Esto marcó un antes y un después. Fue muestra de que el actual gobierno está “tomando al toro por los cuernos”. Después de más de 100 años de “negociaciones” que solo dilataron la solución y llevaron al gobierno chileno a pretender negar toda posibilidad de solución al problema, ofreciendo otro tipo de compensaciones destinadas, dizque, a mejores condiciones de acceso al océano, pero sin contemplar la soberanía. Posibilidad negada incluso por sus ciudadanos, tal el caso de Sergio Bitar, que señala: “El otorgamiento de una concesión en territorios al sur de Camarones y en torno a Iquique, indudablemente proporcionaría a Bolivia beneficios económicos, pero no satisfaría las acendradas aspiraciones por soberanía que alberga el alma de los bolivianos” (http://tenred.cl/2014/07/la-demanda-boliviana-de-acceso-soberano-al-pacifico-y-el-interes-de-chile/ disponible el 01/05/18). Ahora solo queda esperar.

Demandar a Chile tuvo muchos oponentes, no faltaron quienes insistían en el diálogo, parecían ignorar que ese diálogo se mantuvo infructuosamente y que se necesitaba nuevas medidas.

Es importante que en Chile se entienda que el pedido boliviano no dejará de estar presente, más ahora que, acertadamente, ha sido incorporado en la Constitución Política, de manera que ningún gobierno podrá hacer abstracción del asunto. Pero, ¿qué puede pasar después del fallo?

Bolivia en su demanda pidió a la Corte que falle que:

a. Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de alcanzar un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso plenamente soberano al océano Pacífico;

b. Chile ha incumplido dicha obligación;

c. Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia un acceso plenamente soberano al océano Pacífico.