Lamento celeste al ritmo de Nacional Potosí

TNacional Potosí se dio ayer un festín (6-1) ante Bolívar en el estadio Víctor Agustín Ugarte. Si hubo un equipo en el campo de juego ese fue el local, el “Rancho Guitarras”, que cantó a placer.

Ese discurso de que “somos el más grande de Bolivia” se está quedando cmuy corto, ya parece un discurso político… Grande está quedando la perorata de directivos, jugadores y cuerpo técnico.

Ayer la Academia no fue nada en el terreno del campo de juego del estadio potosino, ni individual ni colectivamente. Fueron once jugadores deambulando.

Juan Carlos Arce, Juan Miguel Callejón, Marcos Riquelme y compañía fueron superados por un cuadro que desde el inicio mostró actitud, ganas de triunfar, sed de vencer. Esa fue la diferencia entre uno y otro. Los hombres borrraron a los nombres.

Nacional Potosí pudo vencer ayer por más de seis goles y nadie se hubiera molestado. Los goles de Wilder Salazar(1’), Harold Fernando Reina, en tres ocasiones (36, 71 y 85’), Edzon Pérez (61’) y Ronald Gallegos (83’) fueron la cereza a la torta, porque Nacional Potosí dominó el partido; tocando la pelota a placer como antes lo hacía Bolívar, conese plantel que muchos de sus hinchas nostálgicos estarán añorando. Esos cuadros que armaba Mario Mercado, porque sabía de fútbol, esos que don Mario nunca los hizo flaquear. Ese club que su presidente vitalicio amó hasta la muerte. Ese equipo que hoy se extraña.

Absolutamente nadie se salvó ayer en la Academia, no obstante a los 18 anotó Riquelme el gol del empate. Para rematar Pablo Pedraza dejó a su equipo con un hombre menos por su expulsión a los 42 minutos del partido y por delante todo el segundo tiempo para disputarse. Nacional se dio el gusto de darle una tunda a Bolívar, la primera en el historial entre ambos equipos. Fue su cuarta victoria sobre el celeste en 33 partidos disputados tanto en Potosí como en La Paz.

Entre las tres victorias que logró el equipo de los altos de San Juan pasó algún tiempo entre una y otra. La primera fue el 12 de mayo de 2011, por 2-1; la segunda la cosechó después de dos años, siete meses y diez días, el 22 de diciembre de 2013, por 1-0 y la tercera luego de dos años y casi cinco meses, el 15 de mayo de 2016, por 3-2. Y el de ayer fue un par de años y casi tres meses, cíclico diaria alguien.

La de ayer fue una muestra de que con poco se puede hacer mucho, con jugadores que sudaron la camiseta y que no sea solo un espejismo.

Bolívar se queda con siete puntos y la banda roja asciende en la tabla de posiciones al sumar ocho unidades.