Endeudamientos y gastos previstos para 2019

Mientras el gobierno asegura solidez en la economía del país, organismos internacionales expresaron que en todo el mundo la economía sufrirá quebrantos porque habrá una desaceleración, reducción de precios de las materias primas y otros fenómenos que harán muy difícil y llena de desafíos la gestión 2019. Innegablemente, según economistas, el país tuvo luces como “mantenimiento de la estabilidad económica, infraestructura vial y políticas sociales”; pero hubo sombras que es preciso tomar en cuenta.

Las sombras son preocupantes y la superación de muchas de ellas podrá ser posible siempre que el gobierno asuma conductas de austeridad, inversión de lo poco que se produzca, evitar crecimiento de la burocracia, reducir sustancialmente gastos y adopción de medidas que signifiquen prudencia, cautela y tino en la administración económica. Las sombras que muchas veces han sido analizadas en el país serían: “Centralización de las decisiones en la administración central, debilitamiento de la institucionalidad, déficits fiscal y comercial, expansión del gasto público, desahorro público, crecimiento del endeudamiento externo, crecimiento del endeudamiento interno, desacumulación de reservas internacionales, corrupción, debilidad del sistema de Justicia, debilidad del sistema de salud, segundo aguinaldo, incremento del salario mínimo nacional sin participación del sector empresarial, elevación de los impuestos, empleos precarios, aumento de la informalidad, pérdida de mercados para nuestros productos y debilidad de la diversificación económica” (ED 20-1-19).

Lo ideal sería que, en toda circunstancia, se cuente los hechos positivos, los que determinen crecimiento real de nuestra economía y una diversificación que permita creación de riqueza y empleo; pero la realidad vivida no ha sido así en trece años de gobierno y ahora, en un año electoral en que habrá mayores gastos, los problemas económico-financieros tenderán al alza y las posibilidades de aumentar sustancialmente los ingresos son pocas.

Si a todo este panorama se agrega el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya en relación con nuestro problema marítimo, se puede decir que los problemas han adquirido dimensiones nunca vistas. Muchas veces se sostiene que para continuar inversiones públicas y mantener los mismos niveles de gastos se recurrirá a nuevos créditos y, también, a utilizar parte de las reservas internacionales netas. Estos extremos serían equivocados porque lo único que harán es agravar la situación. Además, es importante tener en cuenta que las reservas “respaldan el actual régimen de tipo de cambio fijo vigente desde noviembre de 2011 de Bs. 6.96 y la perspectiva es que continúe la tendencia”.

Es, pues, importante que las autoridades económicas tengan mucho cuidado, evitando nuevos endeudamientos y uso de reservas, adoptando métodos de austeridad y reducción sustancial de gastos.