Gobernación incumple inspección a alojamientos

Las organizaciones que trabajan con problemáticas de menores en condición de calle o prostitución clandestina, aseguran que es la Gobernación Departamental la instancia que incumple obligaciones en el proceso de fiscalización de alojamientos, naturalizando de esta manera los delitos cometidos en contra de menores.

Una de las organizaciones reconocidas en esta urbe es la Fundación Munasim Kullakita, instancia que identificaba como grupos vulnerables para el comercio sexual ilegal a los menores y jóvenes consumidores de Thinner, esta problemática pretende ser “naturalizada” no solo por la sociedad que no se involucra a denunciar los hechos, sino sobre todo por autoridades e instituciones que no fiscalizan a los alojamientos donde se genera dichos ilícitos.

“Es una lástima que constantemente sea la instancia municipal la que este denunciando la presencia de menores consumiendo bebidas alcohólicas, prostituyéndose o drogándose al interior de algunos alojamientos y que esta problemática no llegue a ser afrontada por el gobernador Félix Patzi, simplemente elude esa responsabilidad legal y social. En El Alto pocas organizaciones como Munasim Kullakita, están destinadas a trabajar con estos grupos, pero es insuficiente, cuando la Gobernación es quien debe controlar el negocio de los alojamientos”, expresó el sociólogo Jorge Meneses.

Meneses aseguró que los grupos en condición de calle en la presente gestión deben estar superando los 401 personas, los mismos deben enfrentar la violencia estructural, “porque por un lado las Defensorías de la Niñez y Adolescencia quienes las retienen por unas horas o la misma Policía, que decide removerlas a otras zonas más lejanas, desde donde tarden más para volver al centro de la Ceja. Pero los más responsables para que no continúe esta problemática social es la misma comunidad, la autoridad departamental, porque ahora fuera de naturalizar la prostitución ha logrado instalar alrededor de ella, por ejemplo el mismo comercio informal, alojamientos, flujo de personas que han permitido que se expanda la misma 12 de Octubre. Si la comunidad rechazara la prostitución clandestina, no aceptaría la instalación de un gran comercio alrededor de ella”, lamentó.

Por otra parte el experto asegura que son los mismos vecinos propietarios de un bien inmueble que conoce y sabe quién es el dueño de ese bar, cantina, lenocinio y alojamiento clandestino, donde no solo se permite la actividad de la prostitución clandestina, sino la comisión de otros delitos.

Para Meneses la urbe alteña es solo un espejo reducido de los que en cada departamento se presenta, “como en La Paz, esas mismas imágenes se presentan en la calle Figueroa, La Plaza Eguino, Manco Kápac, Buenos Aires; en Cochabamba en la avenida cerca de la terminal de buses que corresponde a la zona sur, La Cancha, Quillacollo; en Santa Cruz por ejemplo está La Ramada, Los Pozos, Plan 3.000, La Villa, siendo el problema social, complejo y estructural”, concluyó.

La Intendencia Municipal mediante la Dirección de Seguridad Ciudadana ha detectado más de 20 alojamientos en menos de una semana, donde se promovía varios ilícitos entre ellos el consumo de bebidas alcohólicas, estupefacientes, prostitución clandestina, por parte de grupos de adolescentes y menores, donde los responsables de estas actividades son los administrativos y propietarios de alojamientos, quienes sin una norma de control y la instalación de cámaras de seguridad, dichos extremos continúan en riesgo de la Seguridad Ciudadana de la población.