Es el séptimo consecutivo de las “flechas de plata”
Lewis Hamilton (Mercedes) se impuso este domingo en el Gran Premio de Emilia Romagna, decimotercera prueba del Mundial de Fórmula 1, y su equipo, que hizo doblete por el infortunio del neerlandés Max Verstappen (Red Bull), ganó el título de constructores, el séptimo consecutivo.
Con el británico y el finlandés Valtteri Bottas, Mercedes batió el récord de Ferrari, que había logrado seis consecutivos entre 1999 y 2004. No obstante, el campeón sigue lejos de Ferrari en el palmarés del campeonato de constructores. Los italianos han conseguido dieciséis títulos, Williams nueve, McLaren ocho y Lotus, como Mercedes, siete.
El finlandés Valtteri Bottas defendió la primera plaza en la salida, en la que Hamilton cedió la segunda posición a Verstappen, pero el británico se repuso tras la primera parada de ‘Mad’ Max y de su compañero de equipo, marcó vueltas rápidas con los neumáticos medios, aplazó su entrada al pit lane y se llevó la carrera.
Verstappen se puso segundo tras un error de Bottas y, tras celebrarlo, un reventón en la rueda trasera derecha le dejó fuera de carrera. No fue el único que acabó apenado en Imola.
El francés Pierre Gasly (Alpha Tauri) tampoco tuvo su día. Primero, perdió una posición con el australiano Daniel Ricciardo (Renault), que incluso apretó a Hamilton. Más tarde, en el noveno giro tuvo que retirarse por un “fallo terminal” cuando iba quinto.
El francés Esteban Ocon, compañero de Fernando Alonso la próxima temporada, se quedó fuera en la vuelta 29 por problemas mecánicos y ese fue el otro giro del destino que favoreció a Hamilton, que acababa de marcar vuelta (1:17.502). Hubo un safety car virtual, muy corto, pero suficiente para que el británico entrara a cambiar neumáticos. Le vino como anillo al dedo. Puso neumáticos duros para asegurar. La victoria ya estaba en su mano.
Quedaba aún tela por cortar en Imola, con varios giros de guion. El primero, para desgracia de Bottas, para alegría de Red Bull y Verstappen. Un nuevo error del finlandés le costó el segundo puesto provisional. ‘Mad’ Max puso el DRS y le superó en la recta de meta en la vuelta 43.
Pero el destino, caprichoso, le reservó un reventón del neumático derecho trasero a Verstappen en la vuelta 51. El neerlandés pagó el enfado con su coche. No era para menos. (INFOBAE)