Publicidad

    



[Álvaro Riveros]

Clepsidra

Dictadura democrática


Volviendo a utilizar la vía electoral, ese camino qué tanto denigran y ultrajan las dictaduras, por ser un instrumento -dicen- de dominio impuesto por el imperialismo para manejar a sus anchas la vida política de nuestros pueblos, la narcotiranía venezolana acaba de adjudicarse una victoria ficticia, al hacerse de la Asamblea Nacional, ese único reducto que la oposición dominaba desde hace cinco años, con apenas el dudoso voto de un 20% del electorado.

Tal actitud arrancó la lapidaria declaración de un grupo de países interesados por la crisis multidimensional que afecta a Venezuela, tales como la Unión Europea; la OEA; los miembros del Grupo de Lima y otros grupos de países comprometidos con el retorno de la democracia a esa nación hermana, donde reiteran que los citados comicios carecen de legalidad y legitimidad al llevarse a cabo sin las mínimas garantías de un proceso democrático de libertad, seguridad y transparencia, ni de integridad de los votos, participación de todas las fuerzas políticas u observación internacional.

Resulta incomprensible que toda esa tragedia esté sucediendo en un país que logró estabilizar su democracia durante más de cuarenta años y, a través de los múltiples experimentos castro chavistas llegó a este extremo de inestabilidad y desquiciamiento social, que amenaza hasta a su propia existencia.

Aquello nos evoca los largos años de ensayos en este laboratorio político gigante que se llama Bolivia, donde, desde el mismísimo día de su creación, fuimos transitando por sendas extrañas en busca de vías que nos lleven a la constitución de una nación hecha a nuestra medida. Las pautas que para este efecto nos había dejado el Libertador Simón Bolívar fueron percibidas, al día siguiente de su entrega, como anacrónicas y ambiguas. Por lo tanto, debíamos iniciar una larga y penosa odisea en pro de hallar la Carta Magna, o en términos más cristianos: “El Acta de Constitución de Sociedad” que nos calce de veras.

De casi una monarquía, fuimos transitando por distintos modelos de Estado, hasta llegar al plurinacional, multicultural, pluriétnico, multilingüe y folklórico. Aun así, a poco de haberse aprobado éste, después de un cruento matarile que se llevó consigo a la tumba a varios compatriotas, fuimos convocados a variadas consultas y referendos, cuyos resultados fueron solemnemente ignorados, cuando éstos fueron negativos al régimen.

No negamos que el ordenamiento de esta sociedad, a través de un documento, no es algo muy fácil. Así como los hay blancos, negros, angloparlantes y aimaristas, habrá también altos, bajos, inteligentes y limitados. Pero que, por obra del destino, somos igual dueños y partícipes de esta inmensa Arca de Noe que se llama Bolivia; dueña de un enorme potencial de riquezas que, por la teoría de la perversidad no podrán disfrutarse, como dentro de una sociedad que goza de la placidez de la paz y la armonía. Simplemente, porque eso no tendría chiste.

En lo que a modelos y tipo de gobierno se refiere, después de haberlos ensayado casi a todos, quizás nos falte, como en Venezuela, una dictadura democrática.

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (219 Kb)      |      


 
 
Publicidad