Más vale candidato conocido

Poniéndome su carita de inocente, mi pariente espiritual me preguntó si yo conocía algo de los candidatos presidenciales que competirán en las elecciones del próximo mes de octubre, respondiéndole con mi habitual astucia de zorro viejo: “Conozco a todos como a las palmas de mis manos, aunque ellos no me conocen porque cuando nacieron yo ya había navegado por los siete mares...”.

Esa respuesta de viejo lobo de mar (y de bar) no consiguió disminuir su entusiasmo para comunicarme que ella conocía a Tuto Quiroga, a su compañera de fórmula la señora Tomasa Yarhui y al papá de Tuto, al cual llamó don Tuto, encontrándose feliz por haber hallado a su candidato presidencial llevada por ese sabio adagio popular que dice: “Más vale candidato conocido que Presidente por conocer”.

Felizmente me di cuenta de que el afán de la cholita cochabambina no era otro que conocer por quién votaría yo, burlando su propósito con la frase consabida de “mi voto es secreto y no lo desvelaré ni a mi propia almohada...”, aunque felicité a mi comadre por su decisión a favor de Tuto Quiroga y a la doctora quechua que lo acompaña.

Ante la cerrada defensa de mi voto secreto, la hábil cholita recurrió a la mordacidad, diciéndome: “Estoy por pensar en que usted votará por Evo Morales y Alvarito...”. Supuesto que rechacé vehementemente: “No, comadrita, no votaré por esa fórmula porque la conozco hace nueve años y creo que ya llegó la hora de cambiar de gobernantes porque nuestro infortunado país me duele más cada día que pasa. Mi comadre nacida en Quillacollo se condolió de mi tristeza, aunque también comprendió que yo no votaría por la fórmula oficialista.

Como algunas veces la cholita cochabambina es “hualaycha” (léase imilla traviesa), quiso echarme en cara su victoria en nuestro duelo ideológico y verbal diciéndome “hemos ganado, chancho pelado..., porque yo contribuiré con mis dineros a la campaña del Tuto, aunque sea en calidad de préstamo al diez por ciento mensual y venceremos al fraude electoral, siempre usted siga escribiendo todo lo que a mí se me ocurre”.

Así, alegremente, mi comadre cochala me anunció que ella votará por Tuto Quiroga, porque más vale Presidente conocido que Presidente Vitalicio.

Yo celebré la alegría de mi comadre cholita y le dije: “¡Adelante comadritay! Yo la seguiré a usted porque la sé patriota e inteligente como Tuto Quiroga y usted, comadritay, siempre me ha llevado por el buen camino”.

Amigo lector: Ya conoce usted la decisión de mi comadre Macacha, mientras tanto yo le aseguro que mi voto seguirá siendo secreto y nunca me atreveré a intervenir en sus decisiones electorales, aunque a veces el entusiasmo y la juventud de mi comadre cochabambina me lleven del brazo unas veces a bailar y otras a votar.