[Boris Santos Gómez]

Bolivia: centro energético continental

I

Desde hace más de una década se viene discutiendo la pertinencia de desarrollar la industria del gas (en valor agregado: gas para generación eléctrica, diésel sintético, fertilizantes y productos de plástico, entre otros), que ciertamente pondría a Bolivia en el centro como un distribuidor de energía (genéricamente hablando de combustibles como el diésel, de excedentes de electricidad y de productos plásticos).

Naturalmente, de momento la generación eléctrica interna no es suficiente para pensar en exportar a mercados externos, porque hay prácticamente un precario equilibrio interno oferta-demanda eléctrica.

Además no debemos perder de vista que en el futuro mediato: el mercado interno tanto para electricidad, diésel y productos plásticos -generados desde el gas natural en la famosa industrialización- es demasiado pequeño, es por ello que siempre se insistió en pensar en producir valor agregado, para exportar principalmente.

En la perspectiva eléctrica/diésel y de consumo de plásticos, ciertamente Brasil y Chile son mercados interesantes.

El jefe del Estado boliviano indicó, en junio pasado, que Bolivia sería “el centro energético de la región”, hasta 2020, refiriéndose exclusivamente a generación eléctrica tomando en cuenta producción de electricidad desde plantas hidroeléctricas, solares, eólicas y geotérmicas, teniendo el país “un margen superior a los 3.000 MW para exportar hasta 2020”, cifra que -dados los consumos de Brasil y Chile, por citar ejemplos- no es atractiva, sin considerar la multimillonaria inversión requerida en energías consideradas “nuevas”, como la solar, geo y eólica.

La clave es poner toda la carne en el asador en inversión, en exploración/producción de gas natural. Desde el gas sí es posible pensar en exportar electricidad.

Infortunadamente -y coincidiendo con lo que expresa un ex Ministro de Hidrocarburos boliviano- ésta fue una década no aprovechada en materia energética. Ni siquiera hay una nueva Ley de Hidrocarburos (data de 2005) y peor una nueva Ley de Electricidad (data de 1996) que sean instrumentos político-jurídico-técnicos atractivos para nuevas inversiones que den por iniciada, finalmente, la industrialización (agregación de valor a la materia prima).

Bajo condiciones actuales y con el surgimiento de nuevos elementos de la economía del gas natural, como el desarrollo de reservorios tipo shale-gas y shale-oíl (que permiten generar productos derivados como combustibles o electricidad, entre otros), no sólo en Estados Unidos sino en América Latina, pretender que Bolivia sea centro energético va a costar un poco más que hace diez años.

El Presidente dijo públicamente que está “enamorado del tema energético….”. Pues habría que reclamarle, entonces, que impulse esos dos nuevos instrumentos normativos para hacer una completa Reforma Energética en el país.

Según el Estado boliviano -y citando informes de organismos internacionales- Bolivia tiene la capacidad de “producir 40.000 megavatios en plantas hidroeléctricas, con nuestros ríos”. Eso sería bueno porque se “liberaría” el nuevo gas que se encuentre y certifique para nuevos proyectos, por ejemplo, arrancar con un megaproyecto de producción de diésel sintético (GTL). Pero ello requiere inversión, multimillonarias inversiones que únicamente van a venir con marcos políticos y legales que permitan garantías al retorno de la inversión y, por supuesto, como todo negocio, a la rentabilidad: en otras palabras abrir el sector energético al capitalismo asociado al Estado que compita con igualdad de capacidad/obligaciones que los privados.

Para ejemplo completo y concreto de reforma energética veamos el caso de México, que abrió su sector hidrocarburos (petróleo y gas) a capitales privados. (Continuará).

El autor es consultor del sector privado.

Síguelo en twitter> @bguzqueda

TITULARES

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (779 Kb)      |       PDF (319 Kb)



Caricatura


Sociales

KADDISH Y OTROS POEMAS DE ALLEN GINSBERG

Rodrigo Olavarría y Benjamín Chávez.