Iglesia promueve campaña de oración

La Iglesia Católica en Bolivia, a través de la Pastoral Social Cáritas Boliviana, se unirá este 31 de octubre a todas las Cáritas del Mundo, para orar por los hermanos y hermanas que están sufriendo las consecuencias de la guerra en Siria.

Esa misma fecha, en Suecia, el papa Francisco presidirá una oración en la que estarán presentes 10.000 personas, en un evento ecuménico recordando los 500 años de la reforma, junto a nuestros hermanos Luteranos. Esta es la primera ocasión en la que católicos y luteranos realizarán una oración en señal de unidad cristiana, y seguros de que la oración es una contribución fundamental para atraer la paz, en esta oportunidad por la paz Siria.

Todos los días se escuchan noticias sobre hermanos nuestros que se convierten en víctimas de una guerra brutal, de una catástrofe que empeora con las batallas en las zonas de Alepo, Hassakeh y otros lugares, provocando heridas físicas pero también emocionales, sobre todo en los más pequeños que no pueden encontrar explicación cómo, entre seres humanos, puede existir tanto odio que lleve a la destrucción del otro.

El papa Francisco ha indicado que esta es “una situación de sufrimientos indescriptible cuya víctima es el pueblo Sirio, obligado a sobrevivir bajo las bombas o buscando evacuación a otros países u otras zonas de Siria, menos desgarradas por la guerra, abandonando sus hogares”. Asimismo, manifestó que en esta oportunidad le “…gustaría hacer una exhortación a todos los fieles y a todos aquellos que están comprometidos con Cáritas, en la construcción de una sociedad más justa”.

Recordó que “mientras el pueblo sufre, una increíble cantidad de dinero se gasta para proporcionar armas a los combatientes. Y algunos de los países proveedores de estas armas, también se encuentran entre los que hablan de paz”. Ante esta situación, el Papa hace una pregunta: “¿Cómo se puede creer en quienes con la mano derecha te acarician y con la izquierda te golpean?”

En ese entendido nos invita a todos los cristianos y nos dice: “Animo a todos, adultos y jóvenes, a vivir con entusiasmo este año de la misericordia, para vencer a la indiferencia y proclamar con fuerza que la paz en Siria es posible. Les invito a orar por la paz en Siria y por su pueblo a partir de vigilias de oración, iniciativas de sensibilización en grupos, en parroquias y comunidades, para difundir un mensaje de paz, un mensaje de unidad y esperanza”.