El futuro que inquieta al mundo

Los futurólogos vaticinan que el futuro de la humanidad es incierto. Los más pesimistas pronostican un futuro apocalíptico; esta generación podría tener el triste privilegio de “aniquilar” el planeta Tierra y la desaparición de la especie humana; y los más optimistas dicen que la humanidad tendrá una vida mejor y próspera, marcada por los grandes adelantos y descubrimientos de la ciencia y tecnología. Esto nos lleva a citar la siguiente reflexión: “A finales del siglo pasado se decía que la humanidad estaba ‘borracha’ del pasado, y hoy se dice que estamos ‘borrachos’ del futuro”.

En la hora de la verdad, la nueva revolución tecnológica, llamada también “la cuarta revolución industrial”, avanza vertiginosamente en los campos científico y tecnológico; esto tendrá una gran influencia en el mundo, alterando, incluso, el comportamiento humano en el futuro.

A estas alturas del tiempo, las sociedades del mundo están experimentando cambios radicales, en todos los ámbitos de la vida humana. Los grandes problemas que agobian a la humanidad hoy son causados por las grandes desigualdades sociales que se confronta en el mundo. La explosión demográfica ha alcanzado niveles muy preocupantes actualmente, traduciéndose en graves y peligrosos conflictos, con amenazas de guerra nuclear que atentan contra la seguridad y la paz mundial.

Hay otros factores negativos, como la aparición de nuevas enfermedades, el calentamiento atmosférico que ocasiona el cambio climático y causa el efecto invernadero del planeta, con el consiguiente deterioro del medio ambiente y la salud de la población. Estos son los factores hostiles que amenazan la vida humana, llevándola a experimentar situaciones de incertidumbre y desesperación por las amenazas a su propia existencia.

Por estas consideraciones, los acelerados avances de la tecnología cibernética se proyectan, cada vez más, como una amenaza directa para la humanidad. Hoy la tecnología robótica está empezando a dominar el mundo y amenaza con reemplazar al hombre, en las actividades más elementales y hasta las más complejas del quehacer humano.

En los últimos tiempos, la inteligencia artificial viene haciendo estragos en los países desarrollados; hasta se presagia que, en corto tempo más, esa tecnología acabará con la existencia humana. Esta realidad, muy evidente, causa profunda preocupación en las sociedades de los países que desarrollaron esta tecnología. Actualmente los sistemas digitales 3D y 4D pueden realizar cualquier tipo de trabajo y para diferentes usos y necesidades, como la construcción, fabricación de autopartes, prótesis médicas, vestimentas, juguetería, etc. Y se afirma que muy pronto estaremos conviviendo juntos, humanos y robots.

La vorágine tecnológica no tiene límites y está haciendo innecesaria la intervención humana. Es de prever que, en los próximos diez años, la inteligencia robótica estará en todas las actividades del quehacer humano, poniendo en riesgo la ocupación de personas de carne y hueso, como: abogados, contadores, médicos, periodistas, comunicadores, vendedores de tiendas, banqueros, maestros, choferes, obreros, personal de servicios, meseros de restaurantes, etc., quienes sufrirán una desocupación descomunal en todo el mundo. Esto, según Andrés Oppenheimer, en su último libro. En Estados Unidos ya se aconseja, a los estudiantes de derecho, a cambiar de carrera porque esta profesión muy pronto desaparecerá.